Hoy escribiré el artículo más emotivo de todos los que he escrito, no es el
primero que escribo sobre mi padre porque en cada uno de los 39 artículos que
he escrito desde que empecé a escribir este blog en marzo de 2016, en cada uno
de ellos, te tengo muy presente, eres mi principal musa, eres mi inspiración,
eres el motivo por el que empecé a escribir, para que cada recuerdo familiar,
cada detalle que recuerde de momentos vividos junto a ti y junto a tu esposa e
hijos, sea recordado y transmitido.
También incluso en mis investigaciones
genealógicas de la rama paterna, estas presente de un modo u otro, porque al
final todo converge por las diferentes ramas ascendentes y descendentes cuando
hablo de un antepasado mío que también lo es tuyo, en ese momento también
pienso en ti.
Y no sólo eso, cuando investigo la
rama materna, la de tu esposa y madre de tus seis hijos, también pienso en ti,
porque de alguna forma, esas ramas convergen en mi madre, que fue de la que te
enamoraste en vuestra Huelva y formasteis un hogar en nuestra Barcelona que
también es ya vuestra, porque no puede ser de otro modo, cuando habéis vivido
más aquí que en ningún otro sitio, habéis tenido vuestros nietos y en
definitiva, aquí seguiréis para siempre.
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Curiosamente estamos los 5 hijos vestidos igual, algo que entonces a mí no me gustaba pero que hoy lo recuerdo con nostalgia y cariño.
Como dije, no es el primero que escribo sobre ti, aunque sí cuyo protagonismo es sólo tuyo y compartido como no, con Charo, tu amor de siempre y para siempre.
El día 20 de marzo del 2016, escribí un párrafo para ti, dedicado a la
primavera y como dije, no es casualidad que nacieras el día que nace la
primavera…
Mamá siempre decía que quién es buen
hijo, es buen padre.
Tú le diste la razón cada día con en ese dicho,
porque siempre que hablabas de tus
padres, se te iluminaba la cara, lo notaba yo y eso que era pequeño, porque
por desgracia, a los abuelitos los
conocí de pequeño, pero ese detalle o recuerdo, lo tengo bien presente.
También es cierto que tus padres eran
muy buenos y eso se nota en sus tres hijos, en tus hermanos Juan y Paco y en
ti, Pepe.
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He de mencionar al hablar de sus
hermanos que Paco también está contigo, del cual se cumplirán 3 años de ese
martes 18 de febrero de 2014.
Eras una persona muy culta e
inteligente, de forma natural e innata y sin pedanterías. Sin haber estudiado de forma regular
como hoy en día con la Enseñanza Obligatoria como mínimo, parece increíble que
nunca cometieras faltas ortográficas, que siempre hablaras como hablan los que
son inteligentes, de forma concisa y clara, sin acritud, sin querer imponer
opiniones sino simplemente dando la tuya, nos gustara o no como a cualquier
hijo y siempre dejando al otro, la libertad para expresarse y escucharlo.
Todo eso, viniendo de una familia
humilde, en parte debido a una Guerra civil y Dictadura, en la que tu padre,
culto e inteligente también pero que fue juzgado y condenado por el mero hecho
de ser republicano, pena impuesta que llevó toda su vida incluso después de
salir de la Prisión de Huelva, como así expliqué en sendos artículos de marzo y octubre.
También en el artículo de septiembre, hubieras cumplido las bodas de oro junto a
mamá y por ello intenté escribir unas líneas de ese día que fue vuestra boda el
8 de septiembre de 1966 en vuestra Huelva querida.
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Aun así, al año siguiente, volviste a
demostrarnos a todos, que eres un luchador y conseguiste un trasplante de riñón
que hizo que tantos años de diálisis se quedaran atrás para intentar llevar una
calidad de vida mejor. De ahí la foto que acompaña a estas letras, la de alguien que siempre se mantuvo fuerte en la lucha por la vida.
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Hoy se cumplen dos años que la vida
tan sacrificada por tu familia numerosa y en la que tu salud te hizo luchar aún
más en los últimos años que podrías dedicarte a descansar y disfrutar con
nuestra madre, como harían una pareja que dedicó su vida entera a la crianza y
educación de sus seis hijos.
Me quedo con tu presencia, cada día, cada hora y en cada momento difícil que hemos tenido tus hijos y mamá. Nos diste siempre buenos consejos y me quedo con tu sonrisa, con tu valentía y por ese brindis que siempre hiciste a la vida.
Me quedo con tu presencia, cada día, cada hora y en cada momento difícil que hemos tenido tus hijos y mamá. Nos diste siempre buenos consejos y me quedo con tu sonrisa, con tu valentía y por ese brindis que siempre hiciste a la vida.
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Hoy se cumplen dos años de esa madrugada del miércoles 21 de enero de 2015,
una fecha y un número que ya no olvidaremos nunca.
Podría dedicar mil artículos y eso es
lo que voy haciendo, porque siempre hay algún motivo para mencionarte en los
artículos que voy publicando, siempre hay un momento que me emociono porque si
no hablo de ti, pienso en lo que te gustaría haberlo sabido, esa información
nueva descubierta, esa fecha, ese lugar que no sabías que pertenecía a un
antepasado nuestro o ese detalle de tu padre o de tu madre, que nunca te
contaron, simplemente porque ni lo sabían ellos.
Por suerte, tengo a tu hermano, mi tío
Juan, que le puedo ir contando las cosas que vamos descubriendo y hablo en
primera persona del plural, porque no estoy sólo en este camino, no lo estoy,
porque me acompañas tú y todos los que forman parte de esta gran familia, todos
tienen su aportación, los que estamos y los que seguís en nuestros corazones,
todos formamos parte de este lugar de nuestra memoria familiar.
También te he de decir que no sólo
este blog interesa a la familia, de hecho, cada vez me alegra más saber que las
visitas son de muchísimas personas que ni conozco, que no son sólo de España
sino de hasta EEUU y que ello es debido porque las historias que vamos
descubriendo, interesan a personas que seguro que se sentirán identificadas y
como dijo alguien, una historia de amor es universal, no tiene fronteras y en
realidad mi blog nace del amor a un
padre y el amor a unos abuelos y demás antepasados donde todos tienen su
protagonismo, cada uno de ellos.
Este amor ha ido también acompañado
siempre de un respeto y responsabilidad
por el rigor que intento cumplir en cada artículo aunque siempre poniendo mi
corazón y alma.
Echo de menos todos los abrazos que nos diste, echamos de menos tu sonrisa y tus abrazos, todos tus hijos y tenemos muchas fotos así, abrazados, protegiéndonos siempre pero sin caer en el exceso que debilita sino en el que nos fortaleció.
Echo de menos todos los abrazos que nos diste, echamos de menos tu sonrisa y tus abrazos, todos tus hijos y tenemos muchas fotos así, abrazados, protegiéndonos siempre pero sin caer en el exceso que debilita sino en el que nos fortaleció.
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Desde ese firmamento de estrellas,
espero que tú y todos los seres queridos de nuestros corazones podáis seguir
protegiéndonos a todos nosotros como hicisteis en vida.
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Por ejemplo, yo he echado de menos no poderte llamar por teléfono después de una victoria importante de nuestro Barça. Cada lágrima de alegría era antes y lo fue después, porque yo lo vivo así, cuando tú en cambio, eras más sosegado en esas victorias pero sé que también te hacían igual de feliz.
Recuerdo ese 6 de junio de 2015, con
la victoria de la Champions sobre la Juventus en el Estadio de Berlín, como
grité después de pitar el árbitro el final del partido, grité no sólo de
alegría sino de rabia contenida, un grito que iba dirigido a mi padre, un grito
que sustituía a esa llamada que te hubiese hecho y llorando como un niño, con
sólo oír tu voz, me daba por satisfecho.
Por ello con cada victoria importante
uso la imagen del mayor jugador de la historia del Barça que es Messi, en una
imagen que usa para dedicarla a su abuela pero que yo la hago mía,
dedicándotela a ti. Como cada vez que juego al partidillo de los viernes y marco algún gol, siempre miro a esas estrellas que hay en el firmamento.
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Hoy rindo tributo al mejor padre que
podíamos haber tenido mis hermanos y yo, se lo rindo porque se lo merece, no lo
sobrevaloro sino digo lo que siento y creo de verdad, no porque sea mi padre.
Siempre he creído que el respeto se ha
de ganar, el mismo respeto que se ganó mi padre en vida y no sólo con sus hijos
o esposa, sino con cualquiera que lo conoció. Por ello, para las personas que
no tuvieron esa suerte no me cansaré de darlo a conocer, por respeto a él.
El mayor respeto es para mí ese, “no
se muere quien se va, sólo quién se olvida” y nosotros nunca lo olvidaremos y
siempre lo tendremos presente.
Por ello, por su lucha diaria junto a
nuestra madre, para criarnos y darnos toda su vida para transmitirnos valores,
para educarnos lo mejor que pudieron, siempre fue un campeón, es lo que le decíamos en los últimos momentos, campeón, campeón, campeón, porque lo fue
y será para siempre nuestro héroe, mi héroe por siempre…
MI
HEROE
Jamás, lo vi, mirar al miedo con tanto coraje, jamás.
Ganar una partida tan salvaje, y yo,
Aún llevo tus consuelos de equipaje.
Jamás, lo vi, tener tanta sonrisa escaparate, jamás,
Callar tantos tormentos y desastres, y tú
Otra vez cambiando lágrimas por bailes.
Se pueden,
Llenar los siete mares de valientes y nunca llegaría a
parecerse
Ni a un cuarto del valor que tu sostienes, si mi amor,
Se puede
Tener el sacrificio del más fuerte y nunca llegaría a
parecerse
Ni a un cuarto del poder que está en tu mente, corazón
por siempre, serás
Mi héroe...
Mi héroe...
Por siempre, serás, mi héroe...
Jamás, lo vi, hacer tantos desplantes a la muerte, jamás.
Yo vi contar atrás de un solo paso y a mí,
Me duele el no saber cómo imitarte.
Jamás te oí tan solo una palabra del presente, jamás.
Te oí de hablar de tanta mala suerte, y yo
Bendigo haber podido conocerte.
Se pueden, robar todos los lujos del que tiene y nunca
llegaría a
Parecerse
Ni un cuarto a la riqueza que tú tienes, si mi amor,
Se pueden jurar diez mil verdades de repente
Y nunca llegaría a parecerse
Ni a un cuarto a la verdad que está en tu mente, corazón
Por siempre serás mi héroe... mi héroe... por siempre
serás mi héroe...
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A MI PADRE
Hoy me he
visto con fuerzas de escribir, de darle forma a mis sentimientos de dolor, de
rabia, de incredulidad, de inseguridad, de miedo, de desconsuelo, de mucho
desamparo, de soledad, de recuerdos que se me agolpan y me vienen, de los
recientes, de los de mi infancia y adolescencia, de todo, lo que tenía que ver
con mi padre, mi buen padre, mi maravilloso padre....
Se llamaba
José Carbón Domínguez aunque como las personas buenas y cercanas, todo el mundo
le llamaba PEPE.
Hoy quiero
que todo el mundo sepa, aunque ya muchos lo saben, que no es una persona
corriente, que vivió muchas penurias pero también muchas alegrías, que siempre
tuvo esa sonrisa que sólo tienen las personas buenas, porque si hay una palabra
que lo define es esa, que es BUENO,
con todas las letras, con mayúsculas, bien grande, que se sepa, MUY BUENO.
Esa es la
definición de alguien que siempre tuvo muchos amigos y que lo querían como si
fuese un hermano, ya que por desgracia sus hermanos, estaban lejos en su Huelva
querida, pero siempre los mencionaba, siempre se acordaba de ellos y ellos
también de mi padre, su hermano pequeño.
Ahora ya
sólo queda uno, el mayor de los tres, mi tito Juan que sólo decía el día que se
despedía, que lo habían dejado sólo, que se habían ido sus dos hermanos, el del
medio mi tito Paco y el pequeño, mi padre, Pepe y lo sólo que se había quedado,
como si los estuviera regañando por última vez.
Mi padre
siempre fue un hombre orgulloso de su padre, de su apellido Carbón, al igual
que nuestro abuelo también lo estaba y mis hermanos y yo lo estoy de él.
Mi padre nos
contaba historias de su padre, mi abuelo Juan, que a pesar de su aspecto frágil
y su limitada visión, era un hombre muy inteligente, muy educado y que su único
pecado en aquellos tiempos, fue dar clases a los que no sabían leer ni
escribir, no era profesor, sólo era un hombre bueno, como mi padre, también
inteligente, culto, detallista, con clase, con mucha clase y que siempre tenía
una palabra o frase que nos daba cada vez que nosotros sus hijos necesitábamos
oírla cuando estábamos perdidos.
Que decir de
mi madre, mi madre, Charo, que lo conocía desde que tenía 13 años, toda una
vida, que con 19 años se casó con mi padre que por entonces tenía 22. Que los
años que ellos podrían haberse dedicado a disfrutar de sus hijos, nietos o de
ellos mismos, se han dedicado a intentar vivir, vivir dentro de la limitada
vida que ellos tenían, por culpa de la maldita enfermedad, que tantas veces mi
padre superó una y otra vez, gracias a su fortaleza y también gracias a mi
madre, gracias a ella.
Siempre
haciendo cábalas con una familia numerosa de 6 hijos y con un único sueldo,
pero siempre educándonos y criándonos lo mejor que pudieron porque ellos
siempre se sacrificaron por nosotros, siempre fueron generosos y siempre nos
transmitieron valores, esos que no tienen precio.
¿Qué haré yo
sin ti, papá? Sin nuestras charlas sobre
nuestro Barça o sobre tu Recre.
¿Qué haremos
tus hijos o nietos, sin alguien tan bueno como tú en nuestras vidas?
Me siento
peor persona que antes que te fueses, porque me parece muy injusto que te hayas
ido.
Nos quedan
miles de fotos tuyas porque a ti te gustaban mucho hacer fotos, tenemos
muchísimos recuerdos tuyos, eras todo un guaperas y parecías un actor de
Hollywood, también todo un deportista, con cientos de fotos vestido de guardameta
de los diferentes equipos que jugaste tanto en Huelva como aquí en Barcelona.
Por no
hablar de las fotos que nos hiciste y en cada una de ellas siempre sonriendo,
sonriendo hasta el final, a cada enfermera que te venía, a cada visita, a cada
persona que pasaba al lado tuyo, siempre sonriendo, eso es lo que vi y eso es
con lo que me quedo, con tu sonrisa.
Tengo
muchísimas cosas que contarte y escribir estas pocas líneas para los que no te conocen
y también para los que si te conocen, es mi única forma de poder estar más
cerca de ti, es mi forma de seguir respetándote, de decirte, desde donde estés,
lo orgulloso que me siento de ti, de mi madre y de mis hermanos y de toda mi
familia.
Mis hijos
saben cómo eres pero también sabrán como fuiste cuando yo era como ellos, tú no
te has ido, sigues aquí, entre nosotros y en cada celebración familiar, por eso
explico cómo eres y como seguirás estando, cuidando de todos nosotros, como
siempre hiciste, protegiéndonos con tu bondad y tu sonrisa eterna.