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miércoles, 22 de marzo de 2017

Un aniversario muy especial, en un lugar muy especial...


Este artículo estará dedicado a mi tatarabuela Juana Tayllafert Márquez, con motivo doble, por un lado, recordando su nacimiento hace 148 años, el miércoles día 24 de marzo de 1869 y también recordando su 84 aniversario de fallecimiento, que acabo de descubrir y puedo decir que fue el lunes día 22 del mismo mes de marzo de 1933.

De mi tatarabuela Juana ya hablé en varios artículos anteriores, el primero de ellos fue en el artículo de junio, cuando hablaba de su hijo Pedro.

Tres meses más tarde en el artículo de octubre, dedicado a poner un poco de luz en el primer antepasado francés que introdujo el apellido Tayllefert en la familia, mencioné a mi tatarabuela e incluso a abuelos y bisabuelos, es decir, llegábamos a unas primeras generaciones de antepasados franceses y en el que incluso expuse el acta sacramental de bautismo de mi tatarabuela, en el que aparecía por primera vez su fecha de nacimiento. En dicho artículo pudimos saber que su nombre completo era Juana Bautista y que fue bautizada en la parroquia de San Juan del Puerto el domingo día 28 de marzo.

En un artículo de enero, hablé de su nieto Vicente y en un artículo de febrero de su nieta primogénita, mi abuela Juana.

En el mes de febrero, también hablé de su padre, mi trastatarabuelo José María Tayllafert Ramos. Y en este artículo fue cuando literalmente escribí:

“La pista que me lleva a esa maravillosa ciudad es la que aparece en uno de los certificados de su nieta Concepción Tayllefert García que nació el 6 de diciembre de 1931 y que su abuela paterna consta como vecina de Sevilla. Teniendo en cuenta que en el registro civil de San Juan del Puerto no aparecía como difunta, tengo casi la certeza que podría haber sido en Sevilla.”

Y en dicho artículo terminé con una litografía de La Giralda pintada el año que nació mi trastatarabuelo en 1837.

Hoy hablaré de un nuevo dato descubierto recientemente, que pude conseguir gracias a esa pista previa, como siempre ha ocurrido.

Estas fueron conseguidas, al buscar los certificados de nacimiento de sus nietos, es decir, de mis tíos abuelos maternos.

En el caso de mis dos tías abuelas, sólo puedo decir cosas cariñosas y tengo recuerdos imborrables de ellas dos y de sus dos familias, entre los que están todas sus hijas e hijos.
Aunque hoy me centraré en mi tatarabuela Juana, la abuela de ellas y del resto de nietos que eran mi abuela Juana, Vicente, María, José y Pedro.

No sin antes, mencionaré que al intentar conseguir los certificados de nacimiento de los 6 hijos de mi bisabuela Soledad, no pude conseguir el de mi abuela Juana pero sí los de Vicente, Concha, José y Margarita.

El de mi tío abuelo Vicente, ya lo expliqué en el artículo de enero y aunque me aportó muchos datos, en el caso que nos ocupa, la pista apareció cuando conseguí los certificados de nacimiento de mis tías abuelas Concha y Margarita.

En el caso del certificado de José, aportaré datos extraídos y luego ya me centraré en los otros dos.

José Tayllafert García nació el miércoles día 22 de agosto de 1928 a las 1h en la calle de Espartero. Especial mención a la variante de su apellido Tayllafert, con la letra a, diferente a la versión Tayllefert de mi madre y abuela. Y como ya expliqué en un artículo anterior, en el momento de nacer mi tío abuelo José, era mellizo junto a una niña que falleció en el momento del parto. Por tanto, mi bisabuela Soledad tuvo 8 hijos, de los cuales vivieron 7 y actualmente María, con sus recién cumplidos 90 años goza de una salud prodigiosa y desde aquí, también le dedico mi más cariñoso afecto.
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Sus padres Pedro Tayllafert Márquez y Soledad García Pinilla, según el certificado de nacimiento tenían 36 y 29 años respectivamente. 

Ahora ya sabemos que son edades incorrectas en realidad, ya que mi bisabuelo Pedro tenía cumplidos 37 años, ya que nació el 29 de junio de 1891, como así expliqué en el artículo de junio. Respecto a mi bisabuela Soledad, tenía 31 años, ya que nació el 31 de diciembre de 1896, como también expliqué en dicho artículo. También especifica que mi bisabuelo Pedro era jornalero, algo que ya sabíamos.

Cuando habla de su abuela paterna Juana, menciona que es natural y vecina de ésta (refiriéndose a la villa de San Juan del Puerto). En el caso de sus abuelos maternos Vicente y Margarita, expone que son naturales de Oliva de Jerez  (Badajoz) pero vecinos de esta villa.

Datos que ya sabíamos por el anterior certificado de nacimiento de su nieto Vicente. Pero en este caso, una pista que me llevará a otras, es que ninguno de ellos está difunto.

De hecho, la persona que comparece a las 11 h del día 24 de agosto “en virtud de manifestación personal del abuelo materno en el local del juzgado”, es decir, su abuelo materno Vicente, que ya lo hiciera en el certificado de nacimiento de su nieto Vicente. Por tanto, era casi normal entonces, los errores en las edades de los padres si no comparecía el propio padre.

También hay que reseñar que en el artículo de junio ya mencionado, expliqué que el nombre de José se lo pusieron por su bisabuelo paterno José Tayllafer. En ese momento, no sabía otro dato, que era que el nombre completo con el que fue bautizado mi trastatarabuelo José Tayafer Ramos era José María, lo mismo que su bisnieto José, que aparece en este certificado con su nombre completo José María.

Por último, los testigos fueron Francisco Martín Pérez, domiciliado en la calle Colón y José Barroso Martín.

Y ahora es cuando hablaré de los certificados de nacimiento de mis tías abuelas Concha y Margarita.

Concepción Tayllafert García nació a las 3 h del domingo día 6 de diciembre de 1931, en la calle Esparteros y en este caso, tampoco especifica el número como en el caso de su hermano José María.
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Hay que decir que esta calle, paralela a la calle Toneleros (donde nació su hermano Vicente) y que está próxima a la calle Nogales (donde vivían sus padres), bien podría ser la calle donde vivía una tía, hermana de su madre Soledad, llamada Manuela, Aunque también podría ser que vivieran en esa calle con su hermana y después se trasladasen a la calle Nogales.

De hecho, esta calle ha cambiado varias veces de nombre, tal y como documenta en su blog, el historiador local José Manuel Márquez Romero, fuente inagotable de la historia de San Juan del Puerto.


Esparteros:
 1932.- Manuel Azaña
 1934.- Esparteros
 1936.- Manuel Azaña
 1936.- Luís Sirval
 1936.- Esparteros


Por otro lado, la investigación presentada demuestra como importante novedad la existencia de un puerto en la isla de Saltés, coetáneo a la época del descubrimiento, del que la historiografía no tenía noticias hasta el momento. Asimismo, el estudio realizado atestigua, también como novedad, el funcionamiento de un astillero en San Juan del Puerto, de manera que se constata la fabricación de embarcaciones por parte de carpinteros de ribera en todas las localidades del estuario del río Tinto (Huelva, Moguer, Palos de la Frontera y San Juan), así como la propiedad de ellas por parte de sus vecinos. También se ha abordado, junto a los carpinteros de ribera, el trabajo efectuado en la construcción o reparación de barcos por parte de los calafates, así como otros oficios relacionados con esta actividad marítima; es el caso de los cordoneros, herreros, esparteros o toneleros.
fuente imagen: https://abogadopolitologoyviajero.wordpress.com/category/viajes/
De ahí que el nombre de dicha calle casi con toda seguridad sería debido a ese oficio, como el nombre de la calle próxima Toneleros.

La Segunda República Española fue el régimen político democrático que existió en España entre el 14 de abril de 1931, fecha de su proclamación, en sustitución de la monarquía de Alfonso XIII, y el 1 de abril de 1939, fecha del final de la guerra civil, que dio paso al régimen franquista.

Por tanto, mi tía abuela Concha, nació el mismo año que La República, 1931 en una calle con el nombre de un oficio, el de esparteros que estaba destinado a cubrir unas necesidades para los viajes marítimos del Nuevo Mundo.
fuente imagen: http://modelismo-vballarin.blogspot.com.es/2011/05/la-pinta.html
También compareció al registro su abuelo materno Vicente, a las 16 h del día 9 de diciembre.

Respecto al nombre con el que fue registrada, mencioné en el artículo de junio dedicado a su padre, mi bisabuelo Pedro, que sería en honor a su bisabuela paterna Concepción Márquez Cruzado, madre de su abuela Juana, que hoy tributamos. Pero después de saber la fecha exacta de su nacimiento, tengo la duda de si no fue en honor a la Virgen Inmaculada Concepción, que se celebra el mismo día 6 de diciembre y es patrona de Huelva, junto a la Virgen de la Cinta, hasta el siglo XVIII. En 1954, será nombrada Patrona de la Diócesis de Huelva mientras la Virgen de la Cinta quedará como única patrona de la ciudad, junto a San Sebastián como patrón.

Indica que sus padres Pedro y Soledad tenían 34 años. Si tenemos en cuenta que mi bisabuelo nació el 29 de junio de 1891, está claro que hay un error importante ya que tenía 40 años. En el caso de mi bisabuela, es correcto aunque le falten sólo 25 días para cumplir los 35.

Seguramente el error en la edad de mi bisabuelo sería del secretario del juzgado al escribir que repitió la misma edad, ya que su suegro Vicente, sabía perfectamente que no tenían la misma edad ambos, su hija y su yerno (cuya diferencia era de 5 años y medio).

Respecto a los testigos del nacimiento, de nuevo aparece Antonio Rebollo Bueno, que ya apareciera en el certificado de defunción de su padre Pedro en 1947 y que ya expliqué en el artículo del 8 de marzo. Indica que estaba casado y domiciliado en la Plaza de la República.

De hecho, esta plaza recibió este nombre este año 1931, debido a la proclamación de La II República el 14 de abril, pero también ha tenido otros nombres, tal y como documenta en su blog, el mencionado historiador local José Manuel Márquez Romero.

Plaza de España (Ayuntamiento):
Plaza de la Constitución
 1873.- Plaza de la República Federal
 1874.- Plaza de la Libertad
 1889.- Plaza de la Constitución
 1931.- Plaza de la República
 1936.- Gregorio de Haro
 1938.- Plaza de España

El otro testigo de este nacimiento fue Fernando Morez Orozco, casado y domiciliado en la calle Colon, 8. Otra calle dedicada al Nuevo Mundo y que termina en la Plaza de España, mencionada anteriormente.

Y ahora es cuando aparece la pista, la que hoy hace que podamos escribir más datos de la familia, aparte de los ya mencionados anteriormente.

Aparece en lo que se refiere a sus abuelos, donde indica en el caso de los abuelos maternos Vicente y Margarita, lo mismo que en el caso anterior de su hermano José María, que son naturales de Oliva de Jerez (Badajoz) y vecinos de esta villa (San Juan del Puerto). Pero, en el caso de su abuela paterna Juana Tayllafert Márquez, indica que es de esta naturaleza (refiriéndose a natural de San Juan del Puerto) y también que es vecina de Sevilla.

Este descubrimiento en este certificado, aparece por primera vez en un documento familiar de la línea Tayllefert.

Y es entonces, cuando lo relaciono con una transmisión verbal que había oído pero sin detalles, como algo que uno escucha, pero que queda en el subconsciente ahí agazapado, latente, sin ninguna relación ni anotación y también como algo que no lo acabo de ver claro o que lo habré oído sin muchos detalles o información y que entonces no tuviera mucho sentido y que ahora lo explica todo.


Me estoy refiriendo a la transmisión verbal que me dijo mi madre, que había oído de pequeña que su madre, mi abuela estuvo siendo niña, un tiempo (no sabemos cuánto pero podría ser aproximadamente un año) en Sevilla con su abuela. En ese momento, sin especificar si abuela materna o paterna.

De hecho, antes de todas las investigaciones familiares, el nombre de su abuela paterna, Juana Bautista, al menos por transmisión verbal hacia mi persona, no era conocido, sí el de su hijo, mi bisabuelo Pedro.

Supongo que al tratarse de la nieta primogénita y teniendo en cuenta, las circunstancias de otros tiempos, no sería de extrañar esa estancia en Sevilla.

Y ahora volveré a desglosar el tercer certificado de nacimiento recuperado y que ayudará a seguir esta nueva pista descubierta de Sevilla. Por cierto, un documento bastante ilegible pero con tesón y paciencia y un buen zoom en la pantalla del ordenador, pude interpretarlo.

Mi tía abuela Margarita nació a las 5 h del sábado día 1 de junio de 1940, en la calle Nogales, núm. 2. Hay que resaltar que seguramente la numeración de esta calle ha ido cambiando, ya que dicho domicilio de mis bisabuelos Soledad y Pedro, en los diferentes documentos cambió de numeración, aunque siempre se mantuvo la cifra en el lado par (en el lado derecho en el sentido de la circulación desde la calle Huelva).
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Las edades de sus padres Pedro y Soledad constan como 49 y 41 años de edad respectivamente. En el caso de mi bisabuelo es correcta pero en el caso de mi bisabuela no, ya que tenía 43 años.

De hecho, quién compareció el lunes día 3, fue su padre Pedro Tayllefert (tal y como firma con su variante de apellido con la e).

En el caso de mi tía abuela Margarita, fue registrada por su abuela materna Margarita Pinilla García (madre de Soledad).

En cuanto a los testigos, de nuevo aparece Antonio Rebollo Bueno y Pedro Peret Lozano domiciliado en la calle San Juan, 13

Hay que decir que este certificado de nacimiento es bastante ilegible, aunque siempre que ha sido así, cotejando y comparando palabras y además teniendo ya algo de información previa de datos ya conocidos, se consigue interpretar casi por entero.

En este certificado de nacimiento, se puede observar que su abuelo materno Vicente no comparece porque en lo referido a los abuelos, todos aparecen como difuntos.

Y aquí es donde decido investigar la pista de Sevilla de mi tatarabuela Juana Tayllefert Márquez con el dato principal que entre diciembre de 1931 y junio de 1940, con la certeza que vivió y falleció en Sevilla.

Me hubiese gustado conseguir el certificado de nacimiento de otro de los hermanos de mi abuela, Pedro, que nació en 1937 para así poder aproximarme más pero todavía no he podido conseguirlo, pero espero pronto poder recuperarlo.

Así que lógicamente, volví a hablar de este asunto con mi madre y me recordó incluso algún detalle más, como que mi abuela Juana, conoció en persona a la mismísima Sor Ángela de la Cruz.
fuente imagen: http://es.aleteia.org/2014/11/05/hoy-celebramos-a-santa-angela-de-la-cruz/
Otro dato importante, ya que entonces, mi objetivo sería encontrar datos de mi tatarabuela en Sevilla ciudad y no en cualquier pueblo de la provincia, donde entonces hubiese sido mucho más complicado. Aunque en peores circunstancias me vi cuando quise investigar los orígenes gallegos por la línea paterna llegando a conocer aldeas y parroquias de los diferentes concellos o municipios de las provincias de Galicia.

Así que procedí como en algunos otros casos, pidiendo el certificado de defunción de mi tatarabuela al Ministerio de justicia de Madrid, detallando que lo pedía a Sevilla ciudad y con la observación detallada que no sabía la fecha exacta pero sí que había sucedido entre 1931 y 1940. También indicando los nombres de sus padres José y Concepción.

Recibí un sobre que me trajo como me ha pasado a veces, una frustración. Me pedían más datos, como el lugar u hospital donde falleció, donde estaba enterrada, fecha exacta del fallecimiento.
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En fin, que me topaba con u obstáculo que no esperaba, ¿por qué como podía yo saber tantos datos de un antepasado como mi tatarabuela? 

Por no hablar que para mis pesquisas, dar con Sevilla ciudad, ya era un avance importante, así que decidí que lo tenía que hablar con alguna persona del Registro civil de Sevilla y de “perdíos al río”.

Así que localicé el Registro civil de Sevilla y telefoneé pidiendo el certificado de defunción de mi tatarabuela, explicándoles que lo había buscado en su pueblo natal de San Juan del Puerto de la provincia de Huelva y que no había aparecido, hasta que encontré una pista que me llevaba a Sevilla.

Elisa como así se llama la funcionaria me comentó que ellos no se dedicaban a buscar documentación tan antigua, que era una labor muy complicada ya que no estaba digitalizado y que además el problema era la falta de personal y tiempo para dedicarlo.

Para más inri, mis únicos datos eran que buscaba a mi tatarabuela Juana Tayllafert Márquez, cuyos padres eran José Tayllafert Ramos y Concepción Márquez Cruzado y que había nacido el 24 de marzo de 1869 en el pueblo de San Juan del Puerto. Y les pedía el certificado de defunción que habría ocurrido entre diciembre de 1931 y junio de 1940.

Ahí es nada, pedirles que buscasen en casi 8 años, entre sus archivos, un certificado de defunción de mi tatarabuela.

Yo además, me hacía mis cábalas en donde podría haber estado y si no se hubiese ido a algún pueblo de la provincia. Me imaginaba que podría haber estado en el convento de Sor Angela de la Cruz, trabajando allí o incluso quién sabe, hasta haberse hecho monja.

De hecho, teniendo en cuenta que mi abuela visitó a su abuela y estuvo con ella de pequeña, teniendo en cuenta que mi abuela nació el 25 de febrero de 1922, cruzando ese dato con el año y mes de diciembre de 1931 que mi tatarabuela ya era vecina de Sevilla, quería decir que bien podría haber estado con 9 años o más o incluso alguno menos.

Como mínimo entre agosto de 1928, que aún mi tatarabuela era vecina de San Juan del Puerto (como constaba en el certificado de su nieto José), es decir, mi abuela podría haber estado en Sevilla entre los 6 años y los 10 u 11 años.

Otro dato que investigué fue la vida de Sor Ángela de la Cruz y al ver que ésta falleció el 2 de marzo de 1932, tuve muy claro que mi abuela la conocería como mucho con 10 años y como mínimo con 6, es decir, entre agosto de 1928 y marzo de 1932.

La información que mi abuela Juana conoció a Sor Angela de la Cruz es un elemento clave para haber podido localizar a su abuela, en Sevilla capital. De hecho, incluso si estuvo al menos un año con su abuela y la conoció, seguro que fue yendo al colegio donde Sor Angela tendría su convento madre.

En Sevilla capital hay tres casas: la Casa Madre en la calle Sor Ángela de la Cruz, donde cuentan con internado de niñas, residencia de ancianas, y el colegio Ángela Guerrero, en la calle Doña María Coronel; la casa natal de Sor Ángela en Santa Lucía (ver foto), y el convento de Torreblanca.
fuente imagen: wikipedia
Conocer más de la figura de Sor Angela de la Cruz, es saber también un poco más de mi tatarabuela Juana y del tiempo que estuvo allí mi abuela Juana.

Sor Ángela, que compendió el espíritu de la Compañía en tres palabras «pobreza, limpieza, antigüedad», proyectó un programa de vida muy estricto en el que la oración y la atención a los pobres y enfermos son tareas fundamentales. Las Hermanas de la Cruz cumplen con fidelidad estas reglas y, sobre todo, con alegría.

Otra de las cosas que también me explicó mi madre es que le oyó explicar a mi abuela que la casa donde vivía su abuela era una casa muy grande, con muchos vecinos, de esas casas típicas de Sevilla donde existía un patio o corral (como se dice allí) central muy grande, de influencia árabe con sus jardines y localizadas en callejones estrechos que incluso se cerraban por las noches.
fuente imagen: http://curiosasevilla.blogspot.com.es/2015_10_01_archive.html
En el casco antiguo de Sevilla existen algunos barrios que son un ejemplo muy claro de lo anterior.

Y volviendo a mi petición al Registro civil de Sevilla, recibí una llamada telefónica de Elisa, dónde me decían que efectivamente, mi tatarabuela falleció en Sevilla. 

Gracias a la generosidad y profesionalidad de Elisa y también de Belén, que ha seguido atendiéndome todas mis indagaciones, por fin localicé este documento que llevaba muchísimo tiempo buscando.

Me puse hasta nervioso, no por la confirmación de algo que ya suponía, habiendo atado todos los cabos, sino porque cada vez que se localiza un nuevo documento, me hace sentir muchísima alegría y sobretodo, pensar una vez más, que valió la pena.

Por no hablar que en algunos casos más antiguos, hay más posibilidades de no encontrar que de encontrar, pero de nuevo, la suerte estuvo de mi lado y Elisa, me comentó que había costado y que lo hicieron como un caso excepcional y que también me harían llegar 3 copias literales. Me comentó que falleció en 1933 y yo con los nervios no le pregunté nada más.

Recibí en mi buzón, un sobre grande con las copias literales del certificado de defunción, que pasaré a detallar a continuación.

Juana Tayllefert Márquez falleció el miércoles día 22 de marzo de 1933 a las 16 h en su domicilio.

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Según consta en el certificado, tenía 59 años, aunque ahora sabemos que esa cifra no es correcta, ya que tenía 63 años. Y por poco, ya que como bien sabemos y explicamos en el artículo de octubre, mi tatarabuela nació el 24 de marzo de 1869.

Es decir, que falleció un 22 de marzo y nació un 24 de marzo, dos fechas casi idénticas curiosamente.

Aparece también que su domicilio era en la calle Viriato, núm. 3.

fuente imagen: google maps
Se puede observar que el domicilio de mi tatarabuela era una casa grande y con una verja que cierra el paso a personas que no vivan allí, algo así como una zona residencial.

La calle Viriato es una calle con historia en Sevilla, una calle de las que cumpliría con las aproximaciones que expliqué en el artículo con la transmisión verbal de mi madre, sobre callejones estrechos típicos de la influencia mozárabe y también con casas de vecinos muy grandes.

En la cabecera del documento, aparece el dato de Distrito San Vicente.

San Vicente es un barrio de Sevilla, perteneciente al distrito Casco Antiguo. Está situado en el margen izquierdo del río Guadalquivir y limita al norte con el barrio de San Lorenzo; al este, con el barrio de Encarnación-Regina; y al sur, con el barrio de Museo.

La iglesia de San Vicente en dicho barrio, se encuentra situada en el interior de la ciudad histórica y es una de sus primitivas parroquias.
fuente imagen: http://leyendasdesevilla.blogspot.com.es/2013/01/iglesia-de-san-vicente-martir-i-la.html
Aunque por proximidad a la calle Viriato, tenemos a la Iglesia de San Juan de la Palma de Sevilla, nombre con el que se conoce comúnmente a la Iglesia de San Juan Bautista. Ésta se levanta, como tantas otras del centro histórico de la ciudad, sobre el solar de una antigua mezquita.
fuente imagen: wikipedia
Es curioso que cerca de donde vivió sus últimos años, existiera esta parroquia dedicada al patrón de su pueblo natal, San Juan Bautista.

En esta histórica calle Viriato, nació en 1924 el famoso y querido humorista sevillano Paco Gandia. Me acuerdo de pequeñito, haberle oído contar, sus famosas historias verídicas en la radio.

Siempre reí más cuando alguien cuenta algo que es de risa pero verídico, que los propios chistes que intentan ser graciosos.

Hay un tramo de la calle Viriato que en el 2012 se le dedicó a la beata Madre María de la Purísima de la Cruz, discípula de Sor Ángela de la Cruz.  Se trata del tramo de la antigua calle Viriato que va de Feria a Aposentadores.
fuente imagen: http://culturadesevilla.blogspot.com.es/2012/02/quien-fue-viriato.html
Y volviendo al certificado de defunción de mi tatarabuela, aparece como encargado por manifestación, Carlos Ponce Suárez, que fue al Registro el día 23 a las 10.30 h. Y como testigos, Enrique Sánchez y Rafael Muñoz.

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También se indica que falleció a causa de caquexia (cuando un paciente presenta caquexia, los médicos generalmente consideran la posibilidad de cáncer). También se indica que recibirá sepultura en el histórico cementerio de San Fernando.
fuente imagen: wikipedia
El cementerio de San Fernando se encuentra en el barrio de San Jerónimo, al norte de la ciudad de Sevilla y fue construido en 1852. Es el único cementerio municipal de la ciudad.

En dicho cementerio, ahora ya sabemos que descansa mi tatarabuela Juana, junto a personajes ilustres de la historia de Sevilla, entre los que se encuentra el torero Joselito o el cantaor Camarón de la Isla de una larga lista de difuntos famosos. Un cementerio lleno de esculturas y panteones de las familias más influyentes y conocidas de Sevilla.
fuente imagen: wikipedia 
Y ahora es cuando viene el dato que considero más relevante:

De estado casada con don José Luna de la Parra, de cuyo matrimonio no deja hijos. Deja dos hijos naturales llamados José María y Pedro Tayllafert Márquez.

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Por tanto, en este artículo de hoy, aparte de descubrir que mi tatarabuela vivió sus últimos años en Sevilla, también hemos averiguado otra fecha más para el álbum genealógico familiar, que es su aniversario hace 84 años de este día.

Y para terminar, hemos podido averiguar que vivió en el casco histórico de Sevilla y que se casó, aunque no sé si fue en la Iglesia de San Vicente o en la más próxima de San Juan de la Palma, aunque como siempre, espero descubrir.
vista aérea de los diferentes lugares clave de este artículo
Y en esa misma parroquia que se casaría también con toda seguridad le harían la misa fúnebre.

Y que mejor final para este artículo que dedicárselo a Sor Ángela de la Cruz, una persona muy querida en Sevilla (los sevillanos la llamaban madre Angelita), que incluso cuando falleció en 1932, personas de todas las clases sociales rindieron homenaje a la hoy Santa que, por privilegio del Gobierno de la Segunda República Española, fue sepultada en la cripta de la Casa Madre en Sevilla.

Incluso un gobierno ateo como es el republicano, le rindió honores  y dos días después el Ayuntamiento republicano de la ciudad de Sevilla, decidió por unanimidad que constase en acta el sentimiento de la Corporación por la muerte de la religiosa y decidió se rotulase con su nombre la entonces llamada calle Alcázares, donde estaba y continúa el convento.

Hacerse pobre con los pobres, hacer la caridad, no desde arriba, sino ayudar a los pobres desde dentro”, escribía y lo vivía: “La primera pobre, yo”.
fuente imagen: wikipedia
Una monja que dedicó su vida a servir a los demás y que un día la nieta de mi tatarabuela Juana Tayllafert Márquez, es decir, mi abuela materna Juana Tayllefert García llegó a conocer y que hoy, conocemos algo más...

jueves, 16 de marzo de 2017

Un año que empecé a escribir con el corazón...


Hoy se cumple un año, que empecé este blog, el 16 de marzo de 2016, empecé a escribir con el corazón este blog y tal como dije, con “la idea de poder recopilar, compartir y transmitir e intercambiar cualquier dato relacionado con la memoria histórica de mi familia.”

Tenía claro que la búsqueda de documentos genealógicos que comencé 6 meses antes, en plan serio fue en septiembre de 2015 (aunque en realidad esta búsqueda de información la empecé, al menos de forma simbólica, cuando nació mi primer hijo en 1999), debía compartirla con la familia. Ese fue mi primer propósito e incluso pensé en usar algún tipo de "nube" para poder compartir dichos documentos. De hecho, actualmente tengo digitalizados todos los documentos conseguidos y a buen recaudo, por el gran valor que tienen todos ellos.


Después de reflexionarlo bien, creí que no solo debía compartirlo con la familia sino también con cualquier persona que estuviese interesada y como es lógico, intentar que esas personas que eran antepasados míos, cualquiera se sintiera identificado con los antepasados de quien leyera los documentos genealógicos.


Me aconsejaron que escribiera un libro, pero tuve claro desde el principio que no soy escritor y además sería, a modo de símil, como La historia interminable, ya que este hipotético libro nunca podría publicarse porque siempre este puzle estará inacabado y ahí reside su naturaleza y magnetismo, porque siempre le faltará una pieza más para completarlo.
Por no hablar de las trabas económicas y logísticas de editar un libro de una persona que no escribe para vender sino para explicar y compartir algo que no tiene precio y modestia aparte, mucho valor emocional.

Tuve claro que la plataforma ideal era escribir en un blog, un medio que permite que el lector pueda preguntar, aportar información complementaria o simplemente dar su opinión. 


También te permite una mayor difusión, a nivel mundial incluso, ya que donde llegue internet, llegará mi blog, muy superior a cualquier libro que recogiese todo lo que voy publicando.
También permite que se pueda editar los artículos o ampliarlos en el mismo artículo o en otro posterior, de hecho así empecé al principio, editando algún artículo cuando descubría un nuevo dato, hasta que pensé que eso podía despistar al lector que ya se lo hubiese leído, así que ahora cada vez que amplio datos de un determinado tema, lo publico en artículos posteriores aunque siempre relacionándolos con el primero.

He escrito hasta la fecha en estos 12 meses, un total de 46 artículos y que hacen que la media mensual sea de casi 4 artículos. Es decir que estaríamos hablando de un artículo por semana.

También hay que decir que debido a la extensión de cada uno de ellos y sobretodo, debido a los primeros que escribí, que bien podría decirse que eran 3 o 4 artículos dentro de uno mismo.

De este total de 46 artículos, 19 eran dedicados a la rama paterna, 12 a la rama materna y el resto 15 dedicados a mis padres o cuando trato temas de actualidad o los que dedico a vídeoblogs que publico en el YouTube cada vez que llego a alguna cifra redonda de visitas (3.000, 10.000, 20.000 y 30.000).

Por cierto, actualmente estamos cerca de las 39.000 visitas, algo que cuando empecé y ahora que miro la vista atrás, me hace sentir muy orgulloso. 

Mencionaré que el canal YouTube que creé expresamente para ser un complemento a este blog, que sea aquel resumen con imágenes y música que se sincronice con los artículos de este blog. También a veces he usado fotografías en este blog que son las que he fotografiado y publicado en mi galería de Instagram.

El mes que no publiqué ningún artículo fue en agosto de 2016 y el que más artículos publiqué fue en noviembre de 2016 y el pasado mes de enero de 2017 con 6 artículos cada uno.

Y como no, en este año de vida de este blog, ha habido de todo, sonrisas y lágrimas, desde descubrimientos genealógicos muy importante como fue descubrir no sólo los nombres y fechas de antepasados o por ejemplo que mi tatarabuelo José fue abandonado en un hospicio de Plasencia sino lo más gratificante para mí, de restauración de la memoria no sólo familiar, sino la memoria histórica. Y lágrimas sobretodo de emoción que vivo con según que descubrimientos.

Aunque también ha habido finales de camino que no he podido conseguir resultados cuando anteriormente me habían generado expectativas, como en el caso de cuando indagué en Correos para conseguir el expediente del oficio de cartero (que descubrí) de mi bisabuelo paterno Juan Carbón Martínez.
En cuanto a la memoria histórica, me refiero como no podía ser de otra forma, a la recuperación del Consejo de Guerra y expediente penitenciario de mi abuelo paterno Juan y también los expedientes militares de mi abuelo materno Juan cuando fue reclutado y de mi tatarabuelo Vicente que fue carabinero. En el caso del primero, fue mi primer descubrimiento importante y del que me siento más orgulloso, por haber conseguido un documento que hemos podido rescatar para la familia y sobretodo para que sirva de memoria y no se olvide, que en este país hubo mucha injusticia con estos miles de juicios militares a civiles, sólo por el mero hecho de ser "rojo" (aquí se englobarían a republicanos, comunistas o personas que eran libres y que terminaron siendo encerradas en prisiones o campos de concentración).

De hecho, el primer artículo importante lo escribí en el mes de marzo, con motivo del aniversario de mi abuelo, el día 29 y 7 meses después, en octubre, pude por fin, transcribir y resumir las casi 400 páginas entre el Consejo de Guerra y el expediente penitenciario, en un esfuerzo no sólo literario sino sobretodo emocional, porque estaba haciendo algo más que un resumen de un episodio de la guerra civil, estaba rememorando cosas por las que pasó mi abuelo, mi buen abuelo Juan.

Por ello, espero que algún día, no sólo el Parlament de Catalunya anule esos juicios como hizo en el mes de octubre de 2016, sino que también lo anule el Estado Español sobretodo y también el Parlamento Europeo. Lo que pasó en España, aún no ha sido condenado por ningún Estado europeo y eso, es impropio de un Estado de Derecho.
fuente imagen: https://tataranietos.com/2016/11/21/los-juicios-sumarisimos-del-franquismo-y-la-guerra-civil/
Otro de los artículos que también me emocionó mucho fue redescubrir toda la vida laboral de mi abuelo materno Juan, toda su vida de ferroviario, que publiqué en el artículo de mayo.

O incluso en aquel que descubrí las aldeas de mis bisabuelos y tatarabuelos gallegos y algunas generaciones más arriba del árbol, llegando incluso a heptabuelos (8a generación).

Estos artículos trascienden el ámbito familiar, de hecho, creo, modestia aparte, que mis artículos aunque siempre tienen como hilo conductor a personas de mi familia, todos ellos son protagonistas como ha de ser, también es cierto que cualquier persona que lea este blog, puede relacionarlo con algún familiar suyo, ya que como siempre dije, todos nuestros antepasados han sido coetáneos de momentos históricos y de lugares que marcaron una época o momento histórico.

He abarcado diferentes épocas desde el siglo IX, al hablar de mis ancestros Tayllefert o del siglo XVIII al mencionar antepasados más alejados de la rama familiar relacionados en actas sacramentales de mi rama gallega o del siglo XIX a partir de 1870 y del siglo XX, de los diferentes Registros civiles de muchas provincias de España.

De hecho, este blog es transversal o al menos eso intento, ya que en cada artículo intento aportar diversas perspectivas e incluso a veces he conectado datos, cruzando lugares y fechas, para poder completar no ya un puzle sobre un plano rectangular o cuadrado, sino todo un galimatías tridimensional, en forma de cubo. 

También otra de las fuentes ha sido el Archivo Histórico Provincial de Huelva y a la Junta de Andalucía y la digitalización de los documentos de “la guerra” que había en Madrid, ha sido también de gran valor.

También la Diputación de Cáceres que fue clave para recuperar el documento más antiguo datado que tenemos la familia Carbón, de enero de 1836, donde aparece un momento clave que fue el abandono en un Hospicio de Plasencia de mi tatarabuelo José.
También citaré a las diferentes administraciones de Madrid (Dirección General de la Guardia Civil por ejemplo), que sin ellas no hubiese podido conseguir el expediente militar de mi tatarabuelo Vicente, que fue carabinero a finales de siglo XIX y en el cual incluso aparecieron sus rasgos físicos.

O por ejemplo todas las administraciones militares, llamadas Archivos Generales Militares, que tuve que consultar para buscar el expediente militar de mi abuelo materno Juan, entre todas ellas citaré la de Guadalajara que fue donde al final se encontró.

Todas estas fuentes consultadas no serían nada, sin las personas que trabajan en ellas, todas ellas, desde un cementerio, ayuntamiento, concello, diputación, iglesia, archivo militar, ministerio del interior, juzgado de paz, obispado, caserna de guardia civil, incluso hasta alguna aldeana de Galicia o un cura que ya no lo era, todas ellas, de una forma u otra, me llevaron a una pista que me llevó a otra y así es como voy componiendo este maravilloso puzle que poco a poco, voy publicando en este blog.
También he hablado con familiares, historiadores, personas que podían aportarme alguna pista y sobretodo, dos personas de las dos ramas en las que más de una vez he podido enlazar pistas, mi tío paterno Juan y mi madre Charo.  A ellos, siempre les explico los nuevos descubrimientos y a su vez, ellos me los enlazan con nuevas pistas que me sirven para continuar buscando la verdad.

En este blog he hablado de vikingos, de reyes y reinas, de la segunda guerra mundial o la civil española, de Napoleón y de la guerra de la independencia española, de la gripe española, de Colón y su descubrimiento, de pintores, de escritores, de fútbol, de ferroviarios, zapateros, taxistas, carpinteros, de sastres, de iglesias, de santos, de fiestas patronales, de Galicia, Andalucía, Extremadura, Francia, Portugal, hasta de Walt Disney, de la Estatua de la Libertad o John Lennon o de los juegos de nuestra infancia.

Porque siempre intento contextualizar cualquier artículo con la época de la que hablo o el lugar, pueblo o ciudad a la que hago referencia. De hecho, siempre que la ocasión lo requería, relacionaba alguna serie o película con el tema que estaba tratando, donde la serie El Ministerio del tiempo, en el que los protagonistas viajan a través de lugares y fechas históricas, es todo un referente.
fuente imagen: http://www.rtve.es/television/20150217
Y como no, entre estas fuentes cabe citar, al Archivo Histórico Diocesano de Santiago, en el que muchas actas sacramentales he podido recuperar de su importante Archivo eclesiástico que abarca muchos siglos de documentos de las parroquias de Galicia.

Gracias a las herramientas de las nuevas tecnologías, he podido evitar muchos viajes y tiempo, pero también no sólo he usado el mail como herramienta, también a veces he tenido que pegar un sello en un sobre y dirigirme a alguna administración por correo postal. Por no hablar que siempre que lo hice, intenté hacerlo con las máximas garantías por correo certificado y acuse de recibo.

Por otro lado, internet, me ha ayudado siempre que le he hecho las preguntas correctas, sino ya se sabe que es como un gran mar, donde hay muchos peces y no todos son los que buscas pescar.

Y como no, la petición telefónica a veces ha sido necesaria y también la llamada de parte del funcionario o trabajador que me llamaba para aclararse alguna duda, para responderme que no había tal documento o simplemente para alegrarme con la noticia de turno del descubrimiento que se había dado.

También explico que en este año de vida del blog, he participado en dos concursos de blogs. Con el único ánimo no de ganar, sino de participar y también así, poder estar con personas que hacen lo mismo que yo, escribir y contar historias, sean verídicas como las mías o inventadas, da igual, lo importante es transmitir con las letras, emociones.

He de decir que el primero de ellos me enteré cuando quedaban tres días y era el concurso nacional Bitácoras 2016. Me presenté y entre los 22.050 blogs nominados, quedé en el puesto 31 de la especialidad Blogs de Opinión, entre los que se encontraban los blogs personales, periodísticos, de historia y políticos.
Teniendo en cuenta que en el mayor concurso de blogs a nivel nacional, en el que participaron sobretodo muchos blogs profesionales, respaldados por empresas multinacionales, famosos que escriben o lo hacen sus ayudantes y colaboradores o blogs que comparten varios autores, pues la verdad, sorpresa en mayúsculas la que me llevé. Más que nada porque este blog es completamente amateur y que lo hago desde una plataforma gratuita como el blogger y que yo como Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como, quitándome horas de sueño escribiendo a la luz de la luna...

Siembro la semilla, riego, cuido día a día esa planta que va creciendo e intento que no se queme, que crezca según la orientación solar, como un girasol y que cada día se va haciendo más fuerte y duradera y por qué no, también más bonita.

Cada descubrimiento, cada nueva pista, me lleva después a un laborioso trabajo de documentación e interpretación, para poder después publicar un artículo que intente aportar no sólo datos genealógicos, sino también un poco de lo mucho que voy aprendiendo por el camino, contextualizando y situando al lector, en un universo nuevo, en una novela si cabe, aunque los personajes sean verídicos y las historias también.

Ahora me he presentado a otro concurso de blogs, en este caso el que organiza el periódico 20 minutos, los premios 20Blogs, que este año 2017 se presentan 8.300 bitácoras, cantidad menor que en el anterior certamen de Bitácoras pero que tiene el aliciente del premio poder escribir en colaboraciones de dicho periódico.

Para finalizar este artículo de aniversario del blog, que mejor que mirar la vista atrás y quedarme con lo principal, con la esencia, que es ni más ni menos, que rendir tributo a todas mis raíces de las cuales me siento muy orgulloso, de mis dos ramas materna y paterna y de cada nuevo descubrimiento que me hace aprender cada día más y que haya más luz en este gran árbol familiar, que me permite ver mejor el bosque.
Y como dije, en ese primer artículo de 16 de marzo de 2016:

“Cada dato nuevo y cada información que descubra, siempre serán pensando en ellos, en todos ellos, en toda mi familia y en especial, a mis padres, Pepe y Charo, que siempre fueron y son, inspiración y un ejemplo para mí.”

En especial y sobretodo, también a mis hijos Daniel y Marta que algún día podrán contar estas historias verídicas a sus hijos y nietos...