120 años del nacimiento de alguien muy especial

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120 años del nacimiento de mi tía abuela Francisca Domínguez Andrés

Si hace exactamente un mes rendí tributo a mi bisabuela Soledad en su 120 aniversario de su nacimiento en Ayamonte, hoy se lo rindo a mi tía abuela Francisca, una persona que no conocí y de la cual la familia no sabíamos su existencia, tal y como expliqué en los dos artículos de septiembre y de noviembre, cuyo final fue dramático por su edad y juventud (21 años) y por las circunstancias de la mayor pandemia que ha existido: la gripe española de 1918.

Hoy sólo me limitaré a hacer un recordatorio, ya que no puedo aportar más de lo que ya expliqué en los dos artículos anteriores.

Mi tía abuela Francisca Domínguez Andrés nació a las 19.30 h del lunes del día 1 de febrero de 1897 en la calle Jovellanos de la ciudad de Ayamonte de la provincia de Huelva.

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En el artículo de septiembre expliqué:

En el certificado de defunción de mi bisabuelo Francisco Domínguez Pulido que falleció en 1907, aparece el nombre de una hija, Francisca y también apareció el de su tío Lorenzo, hermano de mi bisabuelo que fue quién comparación.

Y encontré su certificado de defunción, 7-11-1918 y así lo puse donde descubrí que falleció de la gripe española en 1918, describiendo este tema.

Y me puse a indagar su nacimiento...

Y en el artículo de noviembre  averigüé y expuse su certificado de nacimiento el día que se cumplían 98 años de su defunción.

Nació un mes después del de mi bisabuela Soledad (31-12-1896) y también expliqué que ambas nacieron en Ayamonte y sus familias se conocían, por los testigos, siendo uno carabinero y el otro guardia civil, dato que se descubre en este artículo donde aparece en el certificado de nacimiento.´

También hablé de Ayamonte y de la calle donde nació, Jovellanos, en el barrio de la Ribera. Y mencioné también de mi tatarabuelo Juan Domínguez Pérez, en el certificado de nacimiento de su nieta Francisca. Según constaba era empleado de Oficinas públicas (funcionario).

Expuse un árbol genealógico parcial de las dos familias, paterna y materna, unidas por el vínculo de Ayamonte, en el que mi bisabuelo paterno Francisco y un tatarabuelo materno, convergen en su nieto Pepe y en su bisnieta Charo.

Mi tía abuela Francisca, nació en la calle Jovellanos y presumiblemente sería bautizada en algunas de las Iglesias del municipio, casi seguramente en el Templo de las Mercedes, ubicado en la misma calle y que además anteriormente era un convento mercedario, tal y como expliqué en el artículo de noviembre.

Aun así, adjunto una vista aérea de las parroquias más próximas a la calle de Jovellanos, aunque si no fuese el Templo de las Mercedes, también podría ser en la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias (fotografía que expongo en la cabecera del artículo), cerca del Ayuntamiento y cuya patrona de Ayamonte es la imagen de la Virgen de dicha iglesia, cuyo culto se extiende también a la procesión que realizan los ayamontinos y que la llevan hasta el embarcadero.

fuente imagen: http://www.angustiasayamonte.es/page1.php

Por cierto, guarda un gran parecido esta imagen con La Piedad de Miguel Ángel que casi 400 años antes esculpió. De hecho la Virgen de las Angustias también se la llama Virgen de la Piedad, La Dolorosa o la Virgen de la Amargura. Todos ellos nombres referidos al dolor de una madre ante el sufrimiento de su hijo. 

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Ese mismo dolor que sentirían mi bisabuelo Francisco y su esposa Ramona, ante el sufrimiento de su hija Francisca a causa de la gripe española que con 21 años se la llevó.

Para terminar este breve artículo, describiré la leyenda que existe en torno a esta Iglesia mencionada.

"Cuenta la leyenda que habiéndose encontrado en mitad del río una imagen milagrosa de la Virgen de las Angustias, Españoles y Portugueses, se pelearon por la posesión de la misma, llegando al acuerdo de compartirla, pero a la hora de llevar la imagen al país vecino, siempre se levantaba temporal en el mar y era imposible su traslado en barco, al no existir una ruta terrestre, y la imposibilidad del traslado por el río, las autoridades portuguesas decidieron que la imagen "no quería" marchar de Ayamonte, decidiendo el pueblo en muestras de agradecimiento levantarle singular templo a orillas de "su río".

Una vez levantado el templo no se hallaban maderos para vigas de la techumbre, y justo cuando iba el pueblo a desistir apareció en el puerto un barco llamado "San Gabriel", patronado por un tal "Miguel" y su hermano "Rafael" que tenían que deshacerse de unos maderos, sin coste alguno para el pueblo, que casualmente medían lo justo para el techo."