VIVA LA LIBERTAD !! VISCA LA
LLIBERTAT !! VIVE LA LIBERTÉ !!
En mayúsculas y en todos los idiomas,
gritándolo bien alto y quien mejor que Mandela para hablar de Libertad.
Hoy se cumplen 76 años de tal día como hoy, un jueves del día 17 de
octubre de 1940, que mi abuelo paterno Juan Carbón Antero, sería Libre.
Empecemos diciendo que se
entiende por Libertad.
La libertad es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según
la propia voluntad de la persona.
Según las acepciones 1, 2, 3 y 4
de este término en el diccionario de la RAE, el estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones
de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma
coercitiva. En otras palabras,aquello que permite a alguien decidir si quiere
hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la
medida en que comprenda las consecuencias de ellos. Pues la libertad implica
una clara opción por el bien y el mal, solo desde esta opción se estaría
actuando desde la concepción de la teología.
No hay nada en la vida más preciado que la Libertad, nada hay. Sin
ella, estamos muertos; sin ella no hay justicia y por encima de todo, sin
Libertad, no hay Paz.
Por ello, en este articulo iré
alternando fotos de la Prisión Provincial de Huelva, que realizó el fotógrafo Rainer
Viertlböck para que a medida que vayamos leyendo, podamos ir adentrándonos no solo
en la historia personal de mi abuelo, sino también ir adentrándonos en esa
cárcel, como metáfora y simbolismo de lo
que fue la Dictadura de Franco, una cárcel de la que todos los españoles
estuvieron cumpliendo condena durante los tres años que duro la maldita Guerra
civil y los 36 años siguientes.
Gracias al Archivo Histórico Provincial de Huelva y gracias como
no, a las personas como el Director Luís Carlos Gómez como los técnicos Ana Mª
Mesa y Francisco Manuel, que tan amablemente me hicieron llegar tanto los archivos civiles de las 15 páginas de Expediente Procesal Penitenciario como los
archivos militares el Consejo de Guerra Sumario 562, digitalizado con 327
páginas, he podido reconstruir todo lo que en el articulo de marzo publiqué en
tributo a mi abuelo y que hoy continúo, en otra fecha señalada de su pasado tan
dramático.
El Archivo Histórico Provincial de Huelva
custodia y conserva, transferidos por Instituciones Penitenciarias, los
expedientes personales de internos con un periodo cronológico que abarca desde
el año 1933 al 1949 (fecha de salida de prisión). A partir de ahí la pista se
complica y el camino de migas de pan abre diferentes senderos.
Tenía pendiente escribir otro
artículo sobre mi abuelo Juan Carbón, porque he de decir que el primero que hice sobre
él, A mi abuelo Juan Carbón Antero, fue el que
hice el pasado 29 de marzo de 2016, que coincidió con su 41 aniversario
póstumo y precisamente falleció con 76 años.
Para poder hablar con propiedad, he de decir que aunque ese 17 de octubre de 1940 fue libre de su condena,
no salió de la Prisión Provincial de Huelva ese día, sino el lunes 19 de agosto
de 1940, que cumpliría arresto
domiciliario en su nuevo domicilio de la Av. Escultora Whitney, 26 (o Ctra
del Matadero, 26 como la llamaban entonces).
Hay varías fechas señaladas en su vida y algunas relacionadas con
su dramática experiencia después del fallido golpe de Estado del 18 de julio de
1936: cuando lo indagaron en febrero de 1937, cuando lo detuvieron el 19 de
octubre de 1937, cuando entró en Prisión el 22 de octubre de 1937, cuando salió
excarcelado de la Puerta de la Prisión Provincial de Huelva el 19 de agosto de
1940 y sobretodo, cuando cumplió su pena
el 17 de octubre de 1940. Para terminar con su Libertad definitiva, el 29 de mayo de 1947.
reservados todos los derechos (c) |
Esta fechas fechas de su
excarcelación, de su cumplimiento de la pena o la de su Libertad definitiva, son las fechas que más quiero celebrar, por ser fechas
de libertad. Las otras fechas, no las olvidaré nunca porque en dichas,
“mataron” la Libertad de mi abuelo y a la de tantos, nunca hay que olvidarlas.
El lunes 19 de agosto de 1940 salía
excarcelado por la puerta de la Prisión Provincial de Huelva, camino de su prisión atenuada (arresto domiciliario),
para reunirse con su esposa, mi abuela Feliciana Domínguez Pulido y sus dos
hijos, mis tíos Juan y Paco, de 7 y 4 años respectivamente. Mi padre no nacería
hasta 1943.
Observase como se le hace firmar
a mi abuelo (su firma temblorosa e incompleta), “quedo enterado de la obligación de presentarme ante las autoridades
del pueblo de mi residencia y constituirme en prisión atenuada en mi domicilio
que fijo en Huelva c/ Escultora Whitney, 26, hasta tanto no me sea comunicada
la resolución como definitiva dicte la superioridad. “
Mi abuelo fue condenado por un Consejo de Guerra, a 12 años de prisión
mayor.
Luego el Consejo quedó reunido en sesión secreta para deliberar y
dictar su fallo definitivo.
La condena quedó fijada en 6 años y un día por el delito de Excitación
a la Rebelión, según el párrafo segundo del articulo 240 del Código de Justicia
Militar.
reservados todos los derechos (c) |
Toda una aberración jurídica que se cebaba no sólo con los acusados por “delitos” incluso anteriores al Golpe fallido de estado de 1936, sino que además se reprimía a las familias de todos ellos, negándoles un presente y también un futuro.
Así es como fue la posguerra, terrible e infame para todos, pero especialmente para las familias señaladas por la cárcel o por haber tenido alguna relación con la República.
reservados todos los derechos (c) |
Lógicamente desde su
excarcelación, los documentos iban pasando por muchos trámites y mientras mi
abuelo intentaba tirar "palante", también debía estar presentándose cada quince
días en dicho Juzgado militar de forma periódica y ya toda su vida tuvo que llevar
esa carga, la carga de estar fichado, de ser un ex preso del régimen.
Esa resolución definitiva no llegaría hasta el sábado día 21 de febrero
de 1942. El 11 de marzo llegaría un telegrama postal (documento escrito que se enviaba entonces y que usualmente
se usaba para enviar textos urgentes y que era el equivalente a los correos
Electrónicos hoy en día), en el que se comunicaba la conmutación de la pena de
6 años y un día a 3 años. Aunque cuando llegó de forma oficial, mi abuelo ya no
estaba en la Prisión
reservados todos los derechos (c) |
El martes día 22 de febrero de 1944, se informaba al
Juzgado militar de Ejecutorias núm. 2 de esta Plaza, el licenciamiento
definitivo de este recluso.
Por último, el lunes día 29 de mayo de 1944, se
procede al licenciamiento definitivo de este penado, dándole cuenta al
interesado y al Juzgado militar de Ejecutorio correspondiente.
Aunque no sería hasta el jueves 29 de mayo también, pero de 1947,
cuando llegó la Providencia y se comunicó al encartado y a 16 más, la Libertad
definitiva desde Sevilla.
En concreto, el domingo 8 de junio de 1947 mis abuelos
recibirían dicha Providencia y ahora sí, ya podía decir que no tenia que seguir
yendo a personarse para dar cuentas de su condición de penado.
Incluso el héroe de mi abuelo, porque eso es lo que es para mí, un
héroe como mi abuela una heroína y todos los abuelos de esa generación que
pasaron tanto, tuvo que escribir una instancia pidiendo que esa frecuencia de “fichar” fuese más flexible. No hay
que olvidar que mi abuelo tenia el oficio de cobrador, algo como un comercial,
porque en esa época, se pagaba todo a plazos y además me consta por transmisión
verbal que también trabajó en la compañía de teléfonos (pudiera ser que su
hermana Pilar tuviese algo que ver en conseguir dicho empleo), desempeñando la
misma función.
La transcribo tal cuál, porque aunque la adjunte, se me saltan las lágrimas
al leerla, escrita en tercera persona y no de su puño y letra, porque la
escribió con una máquina de escribir (no hay que olvidar que era instruido con
formación y había formado parte de la junta directiva del Partido Republicano Democrático
Federal de Huelva e incluso fue interventor del Frente Popular en las últimas
elecciones de 1936) o igual le ayudó su hermana Pilar, que también me llegó por
transmisión verbal que era muy inteligente y dudo que mi abuelo tuviese una máquina
de escribir con las penúrias que pasaron.
“JUAN CARBÓN ANTERO, natural y vecino de Huelva, de estado casado, de
43 años de edad, a V.E. tiene el honor de exponer:
Que teniendo necesidad de desplazarse a los pueblos de la provincia de
Huelva en viajes de negocios con cobro de comisiones, con el fin de allegar
recursos para la alimentación de sus dos hijos, debiendo en algunos casos, por
la falta de medios de comunicación pernoctar fuera de su residencia habitual y
como quiera que por haber sufrido condena por asuntos políticos tiene la
obligación de presentarse en la Comisaria de Vigilancia, pudiéndose dar el caso
de que por los motivos antes expuestos hubiera de faltar en alguna ocasión a
dicha presentación, es por lo que
a V.E. se digne concederle, si a bien lo tiene, la debida autorización
para dichos desplazamientos y su permanencia en algunos de los puntos en que
por necesidad hubiera de encontrarse.
Gracia que, no duda alcanzar de la reconocida rectitud de espíritu justiciero de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años.“
Huelva 15 de abril de 1941
(con su firma de su puño y letra)
reservados todos los derechos (c) |
Como también se merecen tantos antepasados de mis dos ramas, la paterna
y la materna, nombres y apellidos escritos en este blog del que me siento
tan orgulloso, como mi tatarabuela Juana
Tayllefert Márquez que tuvo que sacar adelante, ella sola, a sus dos hijos,
mi bisabuelo Pedro y a José María; o por ejemplo, también se merece el mayor de
los homenajes su nuera, mi bisabuela
Soledad García Pinilla, que se quedo viuda muy joven y sacar también
adelante a sus 7 hijos, entre ellos mi abuela Juana Tayllefert García y otros
muchos más de mi rama materna, todos merecidos. Como a su vez, en mi rama
paterna, se merecen que se les recuerde a mi
tatarabuelo José Antero Laguna que fue abandonado en una inclusa de
Plasencia o su hija mi bisabuela Pilar
Antero Teira que sacó adelante a sus 8 hijos, quedándose viuda también muy
joven de mi bisabuelo Juan Carbón
Martínez, que también pasaría lo suyo, al tener que abandonar ambos su
Galicia natal para seguir sus vidas en Huelva.
Todos ellos y muchos más, se merecen salir de esos anonimatos en
los que estaban como pasa en la mayoría de las familias, porque es muy difícil
la investigación familiar pero a la vez muy gratificante para nosotros, sus
descendientes.
Y espero que si algún
descendiente de los nombres que aparecen en este articulo, se pongan en
contacto conmigo para poder restablecer sus memorias.
Lo hago con el mayor de los
respetos porque aparte que me ampara la legalidad, es decir, los documentos
pueden ser consultados si tienen más de 50 años desde la finalización del
expediente o 25 si la fecha del fallecimiento de la persona en cuestión es
conocida, además me asiste el deber moral de exponer tales injusticias y lo
hago no solo dando nombres de víctimas sino también de sus jueces si así
aparecen.
Y gracias al expediente
penitenciario y al consejo de Guerra que conseguimos y del que mencioné en el
articulo que le dedicamos A mi abuelo Juan Carbón Antero podemos
hoy darle su merecido homenaje a mi abuelo y a todas las victimas, porque hoy,
es un día que significó su libertad, aunque por desgracia, siempre fuese ya
hasta su muerte, un represaliado ex preso
político, con todo lo que eso conlleva, por parte de una Dictadura que
siguió siéndolo 36 años después de finalizar la maldita guerra civil.
Me choca oír lo de preso
político, porque parece ser que por pensar diferente, uno ya habla de política,
cuando en realidad, la vida es política si eso significa pensar libremente y
actuar como tal.
Tenerlos presente siempre en el
día a día, porque de ellos venimos, somos lo que somos, en parte a ellos,
aunque nosotros recorramos nuestra senda del camino, en menor o mayor fortuna.
Hoy le honro una vez más, a mi abuelo Juan y mil veces más lo seguiré
haciendo, porque fue un demócrata en unos tiempos muy revueltos, en el que
el país avanzaba en esa dirección de progreso gracias a La II República (1931),
cuando mi abuelo perteneció a ese partido.
Mi abuelo fue interrogado por sospechoso en sus declaraciones indagatorias
de febrero de 1937 (junto a 16 personas más que también indagaron); arrestado
por los agentes de la vigilancia el 19 de octubre de 1937 y aprisionado 3 días
después, entrando en prisión el 22 de octubre de 1937.
Ese día no entró solo en la Prisión, eran 22 personas los detenidos
que entraron en la Prisión Provincial de Huelva ese viernes 22 de octubre 1937,
3 días antes de cumplir 4 años mi tío Juan.
reservados todos los derechos (c) |
Mi abuelo confirmó dichas preguntas y lo único que matizó, es que en
las últimas elecciones, las de 1936 lo
único que hizo fue votar.
Pobrecito abuelo mío, me lo imagino diciendo esa frase y se me saltan
las lágrimas: lo único que hizo fue
votar.
Parece mentira que no se aprenda
de las historias pasadas y luego se vuelven a repetir, incluso en tiempos de
democracia.
Votar es el símbolo de la democracia, Votar es un derecho, Votar
debería ser sinónimo de Libertad.
De hecho, en España, la mujer no
podía votar hasta que en la II República de 1931, se aprobó ese derecho y ya
pudieron hacerlo en las elecciones de 1933.
Según la Declaración de los Derechos Humanos (1948) de la Asamblea General
de la ONU, en su articulo 1:
Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Cuando lo indagaron en febrero de
1937 vivía en la calle Aragón, 29, cerca de la Iglesia de San Pedro, pero
cuando el Comisario Jefe Leoncio Lumbreras de la Comisaria de Investigación y
Vigilancia de la Dirección General de Seguridad de la provincia de Huelva,
envió al Gobernador civil de la provincia, los expedientes indagatorios el 11
de noviembre de 1937, ya vivia mi abuela Feliciana y sus dos hijos Juan y Paco
en el barrio del Matadero (Av. Escultora Whitney, 26), o al menos así constaba en
dicho expediente.
En la firma del Comisario Jefe, a
pie de página, salía la célebre frase Segundo
Año Triunfal (refiriéndose al año 1937, contando desde el golpe de estado
de 1936).
En dicha declaración indagatoria,
cuando le preguntaron dónde estaba en los Días rojos (cuando se sucede el Golpe de estado de julio de 1936), él
contesta que en su casa porque su señora
estaba para dar a luz (embarazada de su segundo hijo, mi tío Paco que
nacería el 1 de septiembre). Dando fe de este hecho, sus vecinos Alfonso Díaz
Cazorla y Vicente Toro García, que vivían en dicho número de dicha calle
Aragón, 29.
En los procesos indagatorios de
todas las personas que he podido leer y que están dentro del mismo Sumario de
mi abuelo, hay algunos realmente curiosos y casi surrealistas, si no fuera por
el dramatismo del momento. Como el caso
del guardia civil que declara como testigo que uno de los acusados, el sanjuanero
(natural de San Juan del Puerto) José Cuevas Pulido recriminó a un
escopetero (miliciano republicano) que robase cirios del convento de las
Teresinas. Después el declarante (guardia
civil), le llamó al Cuartel para informar al acusado que las Madres Teresinas
habían sido abandonadas (por temor a las represalias) y habían tenido que
abandonar el Colegio. El guardia civil llamó a la Madre superiora para decirle
que podía refugiarse en su casa y ésta le respondió que ya no hacía falta, que
el acusado les había dicho que podían volver que ellos se encargarían de
protegerla. De hecho, había dos madres refugiadas en casa del acusado. El
guardia civil estuvo en contacto permanente con el acusado, pendiente de las
novedades que sucedían en dicho Colegio, hasta la liberación de la capital
(curioso el lenguaje fascista que se usa en todos los documentos de entonces).
Finaliza declarando que durante los días Rojos lo tuvo siempre a la vista y que
no cometió ninguna clase de delito. Que lo tiene como persona de buena conducta
y que en cuanto su actuación política la ignora.
En este colegio estudió mi madre
y me ha contado muchas anécdotas de esa escuela, cuya devoción a Santa Teresa
de Jesús le viene el nombre con que se conocían: las Teresinas.
Respecto a este sanjuanero, con
el apellido Pulido, con toda probabilidad será descendiente de mis antepasados
ya que era natural de San Juan del Puerto, del mismo lugar que muchísimos
antepasados por la rama materna pero también, una rama paterna. Me refiero a mi
tatarabuela Feliciana Pulido Rodríguez, madre de mi bisabuelo Francisco
Domínguez Pulido que era el padre de mi abuela Feliciana, como así expliqué en
el articulo de 111 años que nació mi
abuela Feliciana.
José Cuevas fue detenido en la Punta del
Sebo, cuando estaba cazando sin tener autorización y por estar muy cerca de un arsenal de
armas de las tropas nacionales.
Este caso documentado, me ha
parecido muy interesante por todo lo que explico y para más inri, vivía también
en la carretera del Matadero, barrio por excelencia muy activo desde el punto
de vista social, político y cultural, del cuál en algún próximo articulo
dedicaré unas letras.
De los 17 acusados que les aplicaron Consejo de Guerra, 9 fueron
absueltos (entre ellos el sanjuanero mencionado), 1 condenado a cadena perpetua,
José Antonio Mora Romero (por delito de Rebelión militar) y los 7 restantes 6
años y un día de condena de prisión mayor, entre los que estaba mi abuelo.
Entre estos 7, se dio el caso de
Antonio Domínguez Ceada, que no pudo ya salir de la Prisión porque falleció de
tuberculosis pulmonar en febrero de 1939. Me recuerda que de esa misma
enfermedad falleció mi bisabuelo Juan Carbón Martínez el 6 de junio de 1901.
Hay que decir, que un alto porcentaje de los prisioneros,
fallecían antes de cumplir sus condenas, por las malas condiciones
higiénico sanitarias y por la mala alimentación y seguramente también por el
maltrato físico y psicológico a que eran sometidos. A ello habría que añadirles
el hacinamiento y las enfermedades contagiosas y con los avances médicos o vacunas
que entonces no se conocían.
Aunque aún en ese caso, seguramente tampoco se los
hubieran proporcionado.
Mi abuelo fue condenado, a 6 años y un día por el delito de Inducción a
la Rebelión. A mi abuelo le tocó esa suerte, visto desde la perspectiva claro
está.
He de mencionar que estos 7
últimos acusados, entre los que se encontraba mi abuelo, hubieran podido ser condenados
a cadena perpetua, pero que no fue así “al no
haber apreciado circunstancias de agravación de la condena a la pena de
reclusión perpetua y con circunstancias de atenuación”.
Para poder entender mejor todo
este embrollo judicial, explicaré como funcionaba el sistema judicial militar
impuesto:
En un Procedimiento se distinguen dos partes: el sumario y el plenario.
Los procedimientos Sumarísimos, normalmente se iniciaban a través
de una denuncia, un expediente de depuración, una detención, un atestado,...
que se enviaba a la Autoridad judicial correspondiente. Esta autoridad
designaba a un juez para que llevase el Procedimiento, remitiéndole las pruebas
y los informes.
El Sumario era secreto y en él habían declaraciones de testigos,
recopilación de informes político-sociales, el auto de procesamiento, la
declaración indagatoria (como la que le hicieron a mi abuelo en febrero de
1937) y por último, un auto resumen.
Una vez concluida esta primera
fase, la autoridad militar determinaba si se ampliaba el Sumario, si se
sobreseía o si se elevaba la Causa al Plenario.
reservados todos los derechos (c) |
El Juez militar (Instructor) era
Francisco Willhelmi Castro (Alferez Honorario del Cuerpo Jurídico Militar).
En la vista, se exponía el
resultado de la fase anterior y comparecía el acusado para escuchar a la
acusación y a la defensa.
En el caso particular del Plenario
de mi abuelo, no estuvo solo en el Consejo de Guerra, pero por desgracia, los que lo acompañaban eran 18 acusados más
y todos también ya estaban en prisión, desde donde los trasladaron ese fatídico
día también, de ese viernes 8 de abril de 1938 para el juicio militar que
comenzaría a las 9.30 h y que a las 14.30 h reingresarían de nuevo en la
Prisión, tal y como ya expliqué en el articulo de marzo.
Y la defensa única para todos los inculpados, nombrada por la Autoridad
Militar Competente, aunque no tenga conocimientos de derecho, que contará con
un máximo de cuatro horas para preparar la defensa de los 17 acusados,
incluyendo a mi abuelo Juan Carbón Antero. Era el Oficial Defensor del
Consejo de Guerra Sumarísimo y de Urgencia de la zona.
Franco estableció este
procedimiento sumarísimo, que estaba previsto para los rebeldes militares en
casos de emergencia militar, y lo aplicó para juzgar a políticos,
sindicalistas, poetas, maestros de escuela…, y rojos en general.
Estos procedimientos judiciales,
han sido calificados, y no sin razón, como
justicia al revés por imputar el delito de rebelión militar a quienes se habían
mantenido leales al régimen legalmente constituido.
Se terminaba con la pregunta de rigor ¿Tiene usted algo más que añadir
o manifestar?
Ahí también me imagino a mi
abuelo Juan, ante esta pregunta retórica, respondiendo que no, por mucho que le
gustaría decir que sí y que todo era una farsa injusta, terminando con un viva
la república.
Dando paso a la fase reservada
plenaria, en la que el Consejo de Guerra se retiraba a deliberar.
La sentencia se emitía por
mayoría absoluta, que no sería firme hasta la aprobación de la autoridad
militar correspondiente mediante decreto.
En algunos casos, la coexistencia
de justicia militar y bando de guerra dio lugar a situaciones grotescas y
dramáticas como el caso de personas que cuando iban a juzgarlas en un consejo
de guerra, no podían presentarse porque ya habían sido fusiladas.
Conforme a la orden del ejército
del sur de 3 de marzo de 1937, ante la justicia militar se exponían a todos los
individuos que habían participado en la “rebelión marxista”, incluso antes del
fallido golpe de Estado del 18 de julio. Para atajar hasta la última de las
raíces republicanas, incluso con carácter retroactivo hasta las primeras
elecciones de 1931 donde ganó el Frente Popular.
Prisioneros republicanos en un campo de concentración de Barcelona |
Entre los delitos contemplados en
el Código de Justicia Militar, destacan como
más graves el de Rebelión y el de Adhesión a la Rebelión. Solían ser
castigados con penas mayores que oscilaban entre 20 y 30 años de prisión y la
pena de muerte.
Le seguía en gravedad, la Excitación y auxilio a la rebelión.
Castigado con una reclusión temporal que iba desde los 20 años para los
considerados más graves, hasta los 6 meses y un día para los más leves.
Por último, el menos grave de los delitos era el de Inducción a la rebelión. En
el que se comprendían actuaciones de propaganda y agitación a favor de la
República, castigadas con penas de reclusión menor.
Esta teoría variaba a veces, dependiendo del momento o la zona donde se juzgara, porque como era una Justicia al revés, la teoría se entremezclaba con la realidad y esos juicios rápidos y en grupo no hacían mejorar tampoco la justicia a aplicar, ya de por sí, toda una pantomima, dramática pero pantomima, sea para condenar gravemente, sea para liberar a quienes creyeran oportuno o sea para ejecutar.
Curiosamente, hay contradicciones en las diferentes hojas
que he ido revisando de las 340 hojas, en total, entre el Expediente
penitenciario y el Consejo de Guerra, que iré revisando más profundamente,
porque nunca es suficiente y cuánto más las lees, siempre descubres algún
detalle o algo nuevo que antes no vi y que bien podrían ser siempre revisables.
Por ejemplo en esta última revisión, el delito por el que fue acusado,
estaba claro en la primera hoja:
Inducción a la Rebelión pero a medida que he ido revisando las 327
páginas del Consejo de Guerra aparecen otros conceptos.
Pero en una de las hojas, aparece
el delito de Auxilio a la Rebelión y prisión a 6 años y un día de prisión
mayor. Teniendo en cuenta que al escribir a trompicones como se escribiría, por
soldados escribientes que no dominaban toda la jerga jurisdiccional y además
una jurisdicción que en la teoría para los dictadores era legal, pero
completamente ilegal en la práctica.
reservados todos los derechos (c) |
También explicaba en el articulo
de marzo, que a mi abuelo le conmutaron
la pena de 6 años y un día a 3 años (por haber trabajado en la Prisión, dos
días trabajados por un día de libertad). En los cómputos totales, contando
incluso un día por ser bisiesto en 1940, de salir el 18 de octubre de 1943,
pudo cumplir su condena el 17 de octubre de 1940.
Hay que explicar que mi abuelo Juan Carbón Antero, sufrió la
prisión preventiva antes de su juicio, que terminó por condenarle y en el
computo de días, terminar contándole al total de días que tendría que cumplir.
Pero que en otros casos no era
así y la denuncia y el temor a ser
denunciado se convirtieron en un importante instrumento de control social.
Denunciar a un vecino y ponerlo en manos de la Justicia Militar siempre era
efectivo: aunque la sentencia fuese absolutoria, difícilmente se libraba de la
prisión preventiva.
Hay casos de absoluciones y
sobreseimientos que fueron precedidos por más de un año de prisión preventiva.
No está demás explicar el detalle
de que se volvió a poner en funcionamiento el terrorífico garrote vil. Había
sido derogado por la República, y fue recuperado por los rebeldes del 18 de
julio. Hasta el siglo XIX había sido usado por los conquistadores en América.
El artilugio fue introducido para “humanizar”
la pena de muerte frente a la horca.
Otras ejecuciones serían la de
fusilamientos, aunque se usara normalmente para altos cargos o jefes destacados
del bando republicano. Los célebres “paseos”
también moneda común, siempre, sin juicio y de forma cobarde en la oscuridad de
la noche ...
Las cifras de víctimas no están claras como en cualquier genocidio,
pero aproximadamente se coincide en que pudieran ser cuatrocientos mil muertos.
Aunque esas víctimas no fueron las únicas, ya que víctima también lo son, las
personas encerradas en prisiones o en conventos habilitados como tales o
incluso, en campos de concentración, que los hubo y muchísimos, repartidos por
todo el país.
Presos en Ocaña (Toledo) |
A finales de 1933, el Presidente
de la República Azaña, decidió disolver las Cortes y convocar nuevas
elecciones, que fueron, en efecto, ganadas por los partidos conservadores. Por
parte de la izquierda, la reacción consistió en deslegitimar a los nuevos
gobiernos y boicotear la vida parlamentaria, embarcándose a la vez en una
intentona revolucionaria en octubre de 1934 que fue ahogada en sangre.
El clima se enrareció al máximo a
partir de aquel momento, hasta que se consiguió forzar una nueva disolución de
la cámara y otra convocatoria electoral, para febrero de 1936, ganada esta vez
(siempre por escaso margen) por un Frente Popular que englobaba a todas las
fuerzas de la izquierda. El orden público se deterioró gravemente a partir de
aquel momento, con rumores de conspiración militares que finalmente, el 18 de
Julio 1936, se hicieron realidad con el pronunciamiento del ejército, en
especial el colonial situado en Marruecos, que dió inicio a la Guerra Civil.
Es importante subrayar que se
trató de un pronunciamiento o golpe militar, no de un “alzamiento nacional” o
movimiento civil. Y que el golpe, como tal, fracasó en la mayoría del
territorio peninsular.
Luego el lenguaje fascista ha ido
haciendo mella, como que las tropas sublevadas pasaran a ser las tropas
nacionales o el bando nacional. O cuando se hablaba del Glorioso movimiento
nacional en muchos de los documentos oficiales.
Si logró consolidar su dominio de
aproximadamente un tercio del territorio peninsular fue gracias a que, con apoyo de los regímenes alemán e italiano de Hitler y
Mussolini, los sublevados consiguieron transportar tropas coloniales desde
Marruecos hasta el sur de Andalucía. Comenzó así una guerra muy larga y
sangrienta.
Un ejemplo sangriento sucedió el
26 de abril de 1937, cuando la ciudad de Guernica
(símbolo de los Fueros vascos) fue incendiada y destruida al ser bombardeada
por aviones alemanes que fueron enviados sobre Guernica para hacer un ensayo de
guerra totalitaria. Era el primer ejemplo de este género de lucha: primero unas
bombas para alarmar a la población [la gente comenzó a abandonar las calles y a
esconderse en abrigos, en sótanos y bajo cubierto], luego oleadas de
bombarderos con explosivos seguidos de bombas incendiarias y, por último,
aviones ligeros que ametrallaban a los desgraciados que pretendía huir para
salvar sus vidas.
Picasso inmortalizaría este
episodio de la guerra civil en un cuadro y quiso que fuera expuesto en la
Exposición internacional de París de 1937 y se convirtió en un simbolo de los
horrores de la guerra para todo el mundo. Estuvo expuesto en New York hasta que
volvió a España en 1981, como pidió el pintor malagueño exiliado (se declaraba
comunista y pacifista), hasta que volviera la democracia no volvería el cuadro.
Si en el anterior articulo
hablaba de Goya, por ser coetáneo de mis antepasados franceses, en este hablo
de otro de los grandes pintores de la historia, como Picasso y recomiendo de
nuevo, la serie El ministerio del tiempo, en su capítulo número 5, donde el
extravagante y extraordinario pintor Velázquez da muestras de su admiración por
Picasso que a la vez es mutua, indignándose el primero incluso, cuando le dicen
que “lo que pinta Picasso (refiriéndose a
su etapa cubista), lo podría pintar un niño”.
La dictadura de Franco, no fue
derribada por una movilización popular dirigida por la oposición política, ni
tampoco por una conspiración dentro de sus propias fuerzas armadas (como en el
caso portugués), ni por una derrota militar e invasión extranjera (como Hitler
y Mussolini), ni por el desprestigio derivado de una aventura militar fracasada
(casos de Argentina o Grecia). Pese a que en sus últimos años crecieran las
protestas políticas y, en especial las generaciones jóvenes y universitarias,
fueran abiertamente hostiles al régimen, el dictador murió en la cama, con
todas las instituciones y las fuerzas represivas del régimen en pie y en plena
actividad
Hoy se cumplen 76 años de ese día tan especial, que siempre
recordáremos ya su familia.
Que paradojas del destino, dos días antes, antes de ayer, el sábado 15
de octubre también se cumplieron 76 años del fusilamiento de que fue President
de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, en el Castillo de Montjuïch,
junto a 45 republicanos.
Y dejando claro el merecido
homenaje que se merece el que es
el primero y único Presidente de Europa,
elegido democráticamente por unas urnas, que ha sido fusilado por el fascismo.
No puedo dejar de pensar en mi abuelo Juan Carbón y en
los miles de presos políticos (que palabra tan poco apropiada, cuando yo diría
presos injustamente presos), por no hablar de las miles de víctimas aún
enterradas en las cunetas de carretera, bosques o incluso en el Valle de los
caídos, junto al mayor asesino de la historia reciente de España, Francisco
Franco y Bahamontes.
Lluís Companys i Jovernota (Tarrós, 21 de junio de 1882 - Barcelona, 15
de octubre de 1940) fue un político y abogado español, de ideología catalanista
y republicana, líder de Esquerra Republicana de Catalunya, ministro de Marina
de España durante 1933 y presidente de la Generalidad de Cataluña desde 1934
hasta 1940. Exiliado tras la Guerra Civil, fue capturado en la bretaña francesa
por la Gestapo, a petición de la policía franquista y trasladado a España,
donde fue torturado, sometido a un consejo de guerra y finalmente fusilado en el
castillo de Montjuïc.
Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones del
16 de febrero de 1936 y por Decreto de 21 del mismo mes, Lluís Companys, los
miembros de su gobierno y el resto de condenados por los hechos de octubre de
1934 son amnistiados.
Tras la ocupación de Francia por las tropas del ejército
alemán, y a instancias del gobierno español ante éste, el 13 de agosto de 1940
Lluís Companys es detenido, siendo entregado a las autoridades españolas, el 29
del mismo mes, por la frontera de Irún.
La Geheime Staatspolizei (Policía Secreta del Estado), conocida
como la Gestapo, fue la policia secreta oficial del Estado en la Alemania nazi.
El asesinato de Companys fue el escarmiento de Franco a la Catalunya
derrotada, como los asesinatos de millares de personas anónimas o a todos los
que le quitaron años de vida en las cárceles o peor aún, en los campos de
concentración que había en España y que la gente aún desconoce.
Tras ser torturado en la
Dirección General de Seguridad durante mes y medio, el 14 de octubre fue
sometido a un consejo de guerra. El supuesto juicio no duró ni una hora y en él
se acusó a Companys hasta de obligar a prostituirse a las hijas de una amante.
«Lo que acaba de leer es canallesco y falso», protestó. En vano. La sentencia
por «rebelión militar» ya estaba escrita de antemano: pena de muerte y embargo
de todos los bienes.
76 años después, sigue siendo una sentencia firme no anulada por
ninguna instancia judicial. Ni el Estado español, ni ninguno de los gobiernos
que ha tenido desde entonces ha pedido perdón.
Y lo que es peor, la figura
de Companys apenas es reconocida en el Estado.
Aunque como ya he dicho alguna
vez, no se ha anulado tampoco el juicio
militar de mi abuelo ni el de tantos millares de personas que fueron juzgadas y
condenadas sin apenas ninguna defensa (siendo generosos). Por no hablar de los
cientos de millares que aún siguen sin identificarse en las fosas comunes o
cunetas de carretera.
Siguen 76 años después, sin Derecho a la Verdad, sin Derecho a la Justicia
y sin Derecho.
Al menos a la Reparación, ya que
del primero algo más ya sabemos, aunque no suficiente; respecto al segundo
Derecho, ya no quedan apenas personas vivas para aplicarles esa Justicia que no
tuvieron en vida.
Companys proclamó la República
española en 1931, el Estado catalán dentro de una República española en 1934 y
prefirió sumarse a la defensa de la legalidad republicana en 1936, en vez de
meter la directa y proclamar la independencia, como muchas cancillerías
europeas pensaban que haría Catalunya. Defensor de los pequeños propietarios
agrícolas y puente entre el catalanismo y el anarcosindicalismo.
En junio del 1931 fue elegido
diputado a Cortes por la provincia de Barcelona; intervino activamente en las
discusiones del proyecto de constitución de la República Española; votó a favor
del voto femenino, el octubre del 1931 y fue nombrado vicepresidente de la
Asamblea de la Generalitat y Presidente provisional, en sustitución de Jaume
Carnero.
En noviembre del 1932 era elegido
diputado en el Parlamento de Cataluña, y primer Presidente del Parlamento. En
las elecciones legislativas del noviembre del 1933 fue elegido Diputado por la
ciudad de Barcelona.
Companys tenía, además, una vertiente humana a prueba de fuego.
Centenares de personas de derechas y varios clérigos huyeron de Barcelona tras
la victoria de la resistencia en julio del 36 gracias al entonces President.
Hasta el general Queipo de Llano, el mismo que instaba a matar republicanos
«como si fuesen perros», se lo reconoció. «Dios se lo tenga en cuenta», dijo.
Dios no se sabe, pero Franco no se lo atendió.
Hace 76 años, descalzo, pisando su tierra tal y como pidió, un pelotón
de fusilamiento acabó con su vida en Montjuïc. «Per Catalunya!», gritó justo
antes.
Desde que se instauró la
democracia, solo un partido político batalla por lograr la anulación del
consejo de guerra que llevó a Companys a la muerte. Incluso se ha querellado en
Argentina contra el Estado español para pedir la anulación de ese juicio a Companys
y a otros 45 cargos republicanos fusilados por el franquismo, sumándose a una
querella abierta por las víctimas de la dictadura. Por todas las víctimas de la
dictadura.
La Ley de Memoria Histórica califica los tribunales franquistas de
"ilegítimos", pero no los considera "ilegales". Ese es el
motivo por el cual no se pueden anular.
Lo mismo sucede con el reconocimiento a las víctimas. "Como no
están reconocidas jurídicamente, no pueden hacer uso de sus derechos civiles y
democráticos para denunciar al Estado", a pesar que la Ley de Memoria
Histórica fue aprobada por la mayoría del arco parlamentario, "ha resultado ser un tapón porque se
basa en la Ley de Amnistía de 1977".
España es el único país con
pasado fascista que no ha reconocido jurídicamente a sus víctimas.
La justicia universal y el reconocimiento de las víctimas del
franquismo no existe en este caso.
Haciendo un poco más de historia,
explicar que desde 1969 Francisco Franco había institucionalizado como sucesor
al príncipe Juan Carlos I, nieto del último rey de España (Alfonso XIII); tal
previsión sucesoria se cumplió tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de
1975.
La cara de Alfonso XIII tapada con un sello de la República |
De ahí que aún intentando
empatizar con esa situación difícil, también es cierto que no se hicieron las
cosas bien ni se cerró la gran herida que había sobre el país, no de una Guerra
que duró 3 años, sinó de una Dictadura que se alargó 36 años más hasta que
Franco, ya anciano, falleciera el 20 de noviembre de 1975.
Las circunstancias actuales, con
una democracia estabilizada son muy diferentes y es por ello que “los
nietos de la Guerra” queremos saber toda la verdad sobre la República,
sobre la Guerra, sobre la Dictadura, sobre lo que pasó realmente y no “lo que no nos contaron”, incluso yo pediría que en las escuelas
e institutos, se trataran estos temas como parte de la historia que sucedió en
este país, como se explican las guerras históricas que casi siempre son de
países muy alejados de éste y que nada tienen que ver con nuestros antepasados
ni con nuestra cultura, para poder entender mejor las causas y las
consecuencias de dicha guerra.
En el articulo anterior sobre mis antepasados franceses en Huelva, indicaba
incluso que apenas nada se sabia sobre la Guerra de la Independencia española y
su lucha contra las tropas napoleónicas, algo que sucedió entre 1808 y 1814.
Por todo ello, si puedo aportar
un poco de luz, de ese contexto histórico que fue la Guerra civil, desde mi
punto de vista siempre, sin ser historiador pero si, con el derecho que me
otorga, ser nieto de mi abuelo Juan Carbón Antero y con el derecho de haber
podido recuperar ese expediente penitenciario y también su Consejo de Guerra,
usando su ejemplo para los que no pueden hacerlo y lo seguiré haciendo cada vez
que pueda en éste o en otros nuevos aportes documentales.
reservados todos los derechos (c) |
Lo primero que detecto, es como
siempre, un error y de los importantes y más cuando fallece y existen DNI, su
fecha de nacimiento, pone 3 de abril.
Como ya expliqué en el articulo de marzo de mi abuelo Juan Carbón
Y como ya demostré en el articulo de junio de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez
Mi abuelo, nació el jueves 21 de
abril de 1898 a las tres de la madrugada en la calle Agua, núm. 2 de Huelva.
En el certificado de defunción,
consta que falleció a las 19.30 h del 29 de marzo de 1975 de arterioesclerosis.
No consta la edad, pero ya la sabíamos, 76 años, a punto de cumplir los 77. Fue en la Residencia Sanitaria,
llamada también por los onubenses, la Agroman.
Consta su último domicilio, que
es el de la Ctra Matadero, 26, piso bajo (es la Av. Escultora Whitney que
también le llamaban así por el famoso Matadero, hoy Escuela de Arte León Ortega).
Aparece el nombre de quién declara
Tomás Domínguez que vivía en la calle San Francisco, 1 (es la que está al lado
del Ayuntamiento de Huelva y que se convierte en Miguel Redondo al atravesar la
callle Arquitecto Pérez Carasa). Curiosamente esa calle se llama así por el
arquitecto que diseñó la Prisión Provincial de Huelva, entre otros edificios.
Otra de las lagunas informativas que teníamos todos y cuando digo
todos, me refiero a preguntas que siempre hice a mi padre o que incluso con mi
tío Juan, el mayor de los hermanos, aparte de informarle siempre el primero,
antes de publicar cualquier articulo, también a veces le he ido haciendo
preguntas para confirmar mis avances e investigaciones.
Me refiero al matrimonio entre mis abuelos Juan y Feliciana.
Investigué y busqué ese certificado de matrimonio, probando fortuna en
Villablanca, municipio donde pensaba que podría haberse casado porque por
transmisión verbal me llegó que había pasado allí su infancia; también probé en
Huelva y en el Registro Civil me dijeron que no había nada, mirándome alrededor
de 12 años todos los certificados de matrimonio que tenían entre 1915 y 1927. He
de decir que he aprendido que para buscar respuestas, hay que hacer bien las
preguntas, pero también que a veces, a las Fuentes donde uno ha de buscar, como
es el caso de los registros Civiles y otras administraciones. En este caso, les
indiqué que podría ser aproximadamente alrededor de 1931, porque calculé que si
mi tío nació en 1933, como sé que un par de años antes o después acostumbran a mirar,
pues eso, bien podría ser un año de referencia. Además tenía ese
presentimiento, que sería ese año, el año de proclamación de la II República.
Desde este Registro, me miraron
los años que antes dije, cuando mi abuela había nacido en 1905, no podría ser
que se casara entre el 15 como año de referencia mínimo hasta llegar el 27,
como año tardío. De hecho, la mayoría de matrimonios de la época, al poco de
casarse tenían descendencia y me parecían muchos años hasta 1933, incluyendo un
aborto anterior que tuvieron.
Aunque sospechaba que podrían no
haberse casado y muchas circunstancias apuntaban a ello, no desistí de seguir
buscando esa comprobación definitiva.
Incluso me pregunté si estaría bautizado mi abuelo Juan Carbón
Antero.
La respuesta a mi pregunta porque
me preguntaba esto? Porque por mucho que
he buscado el acta sacramental de matrimonio en Galicia (confirmado que no
existe incluso en el AHDS) y el certificado de matrimonio en el Registro de
Huelva de mis bisabuelos Pilar Antero Teira y Juan Carbón Martínez, no lo he
encontrado. Y pensé que si ellos no estaban casados, puede que no bautizaran a
mi abuelo Juan. Pero para este asunto y otros relacionados, en próximos
artículos “gallegos”.
Por otro lado, cuando encontré el expediente penitenciario de ingreso
en la cárcel de mi abuelo Juan, en el apartado de Religión, estaba en blanco
y en un momento de sublevación militar, en el que Franco, se creía el enviado
de Dios para salvar a España de los rojos, resultaba que como lo consideraban
“rojo”, fuese o no católico en su vida privada (ni lo afirmaba ni lo desmentía
en esos momentos de mi búsqueda), lo que si sé es que para sus secuestradores
franquistas, no tenia religión.
reservados todos los derechos (c) |
Y el no ver ningún documento
similar de mi abuelo, me hacía sospechar que no estaría casado, al menos por la
Iglesia.
Otra circunstancia que me hacía
pensar que aparte de la ideología política de mi abuelo Juan me podría hacer
pensar que no se casase por la Iglesia, si que es cierto que al ver una foto
que me pasó mi primo segundo José Manuel, de su abuela, la hermana mayor de mi
abuelo, en la que era la foto de ella vestida de novia, hizo que pensase que
tenían que haberse casado mis abuelos también.
Volví a pedir el certificado de
matrimonio de nuevo al Registro de Huelva , esta vez, indiqué de nuevo los años
aproximados que no habían mirado, entre 1927 y 1933 como máximo (aunque intuía
que seguía intuyendo que sería en 1931) y les remarqué que ya me lo habían
mirado en otros años.
Y por fin, encontré su certificado de matrimonio y puedo decir hoy, que
sí, que se casó en 1931, el año que pensé que sería y al abrir el sobre, fue
otro de los momentos que me hacen feliz, no solo por descubrir un nuevo dato,
sino por lo que representa.
reservados todos los derechos (c) |
Al día siguiente Domingo día 6 de
septiembre, a las 11.40 h se inscribió el matrimonio en el Registro Civil.
De este certificado de matrimonio, extraigo también dos datos nuevos
muy interesantes, en los testigos de la boda, uno de ellos era Anselmo Sánchez
Martínez y el otro, Francisco Mora Espinosa.
reservados todos los derechos (c) |
Anselmo
era de Fregenal de la Sierra y era herrero. También era abuelo de Pili Osso
Sánchez, una de las muchas ramas de descendientes con los que ahora ya nos
conocemos y tenemos en común nuestros ascendentes Antero.
Actualizo y rectifico un dato, que en el momento de la publicación no lo sabía y después de haber hablado con mi tío Juan Carbón Domínguez, me ha podido dar alguna pista por la que seguir investigando las ramas genealógicas y sobretodo, hablar con propiedad lo siguiente.
El otro testigo por parte de la
novia, era Francisco Mora Espinosa, hijo de Francisco Mora, que menciono en el artículo de mayo que dediqué a mi abuela Feliciana, donde aparece al lado de mi tía abuela Lola
Domínguez Andrés, su esposa en segundas nupcias, ya que estaban Francisco Mora Espinosa y otro hijo (que desconozco su nombre) eran hijos del primer matrimonio de mi tío abuelo Francisco Mora, esposo de mi tía abuela Lola Domínguez Andrés.
Según mi madre, me contó, que Francisco Mora (el padre), estaba considerado como el mejor zapatero de Huelva.
También sabemos que Francisco Mora Espinosa tuvo como mínimo a una hija, Juana Mora Jiménez, de la cual intentaré también saber más datos y que ya explicaremos en próximos artículos.
Según mi madre, me contó, que Francisco Mora (el padre), estaba considerado como el mejor zapatero de Huelva.
También sabemos que Francisco Mora Espinosa tuvo como mínimo a una hija, Juana Mora Jiménez, de la cual intentaré también saber más datos y que ya explicaremos en próximos artículos.
Queda claro que mis abuela tenía
muy buena relación con Lola, su hermana de padre y por la alta diferencia de edad con ella (19 años), supongo que por edad, también tenia relación con su sobrino Francisco. Por otro lado, mi abuelo
mantenía también muy buenas relaciones con Casilda y mi bisabuela Pilar también
(viuda ya desde hacía 30 años entonces).
Como dato curioso, eran testigos los dos hombres, aunque fuesen familiares de la familia "política", supongo que todavía
en 1931, a pesar de ser el año de la proclamación de la II República, habían
muchas cosas todavía que cambiar en la sociedad existente. De hecho en las
siguientes elecciones de 1933, las mujeres ya pudieron votar por primera vez,
lástima que ya después del 36 hasta 1977, nadie pudo hacerlo.
La proclamación de la Segunda
República Española consistió en la instauración el 14 de abril de 1931 del
nuevo régimen político republicano que sucedió a la monarquía constitucional de
Alfonso XIII de Borbón, que había quedado deslegitimada
al haber permitido la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y que había
fracasado en su intento de vuelta a la «normalidad constitucional» con la
dictablanda del general Berenguer (1930-1931).
A partir de este encuentro documental tan valioso, ya tenemos otra
fecha señalada en el calendario, la de la boda de mis abuelos paternos Juan y
Feliciana.
De esta búsqueda de un
certificado de matrimonio, no será la primera ni la última pero de eso, ya
hablaremos en próximos artículos...
Y volviendo al contexto político
y social de estos años y de lo que representó el Régimen, la principal seña de identidad del franquismo era el
nacionalcatolicisme, que gobernó a España entre 1939 y 1975. La hegemonía que
tenia la Iglesia Católica, solo era comparable a la época de la Inquisición,
que dominaba todos los aspectos de la vida pública e incluso de la privada.
Incluso, en plena maldita guerra
civil, el 1 de julio de 1937 el Episcopado católico español publicó una carta
de apoyo al alzamiento militar, un documento con gran difusión e impacto a
nivel internacional.
La guerra, dice, “es a veces el remedio heroico, único, para
centrar las cosas en el quicio de la justicia y volverlas al reinado de la paz.
Por esto la Iglesia, aun siendo hija del Príncipe de la paz, bendice los
emblemas de la guerra, ha fundado órdenes militares y ha organizado cruzadas
contra los enemigos de la fe. No es este nuestro caso. La Iglesia no ha querido
esta guerra ni la buscó”.
Aún quedan en la memoria
histórica, fotos como la de Franco bajo palios, para vergüenza de la religión
católica.
Se le llama palio o baldaquino a un dosel (especie de toldo) que sostenido por
varales se utiliza en las procesiones para resguardar al sacerdote que lleva el
Santísimo Sacramento, reliquias o imágenes. Suele estar bordado ricamente en
sus caídas (bambalinas), así como en el techo o cielo. Para el mismo efecto, lo
usan también los reyes, el papa y otros prelados en ciertas funciones y en su
entrada pública en las ciudades. Es costumbre que el obispo diocesano, al tomar
posesión de su catedral, haga su primer ingreso solemne bajo palio.
Con semejantes consignas se
atravesó la dura posguerra de veinte años (hasta 1959), en que Franco iba
obteniendo paso a paso el reconocimiento internacional, con el sostenido apoyo
del Vaticano.
El Estado pone en nómina a los
clérigos y se dota a la Iglesia de una amplia exención de impuestos. La
institución tiene una autonomía prácticamente plena en la educación, que
llegará a ser una suerte de imagen invertida de la escuela laica de la
República.
Los maestros, figura equivalente
en la represión del bando nacional a los curas en el bando rojo, habían pasado
por una dura depuración tras la guerra a cargo de la Comisión de Cultura y
Enseñanza de la Junta Técnica del Estado.
A cambio, Franco hereda de la
Monarquía Católica el derecho de presentación de obispos y la costumbre de
entrar bajo palio en los templos. En las monedas aparece su efigie rodeada por
la expresión: «Caudillo de España por la
Gracia de Dios».
Se erigieron templos
característicos, sirviendo como ejemplo la Basílica del Valle de los Caídos
(donde está la tumba de Franco y de Primo de Ribera) o la Basílica de la
Macarena en Sevilla, que fue tumba del general rebelde Queipo de Llano, entre
otros muchos por toda España.
La sociedad es progresivamente
recristianizada, ya sea de grado o forzadamente. Miles de niños y jóvenes no
bautizados en los años anteriores lo son ahora, ya que para diversos trámites
administrativos se necesita certificado de bautismo. Se declaran inválidos los
matrimonios únicamente civiles y los divorcios.
Tantas familias republicanas que
tuvieron que “adaptarse” para
protegerse y poder tirar para adelante, ya sea si hubiese que casarse por la
Iglesia como bautizar a sus hijos, etc.
Es la época de las vocaciones
tardías o precoces (mil sacerdotes anuales entre 1954 y 1956) y la censura
moral en películas y libros. Que Gilda se quitara un guante bailando fue un
escándalo de graves proporciones, algo que nos parece tan ridículo como nos lo
parece ahora ver y oir a ese dictador rechoncho y bajito con su vocecita aguda
pero que tanto daño hizo.
Volviendo al día de liberación de mi abuelo Juan que hoy día 17 de
octubre tributamos, después al ser una persona
instruida y culta, nos ha llegado por transmisión verbal de la familia, un
sobrino de mi bisabuela Pilar, parece ser que con contactos a las suplicas de
una madre desesperada, consiguió recomendarlo para que ejerciera labores de
bedel o de portería y su pena se redujo y fue conmutada a la mitad, 3 años de
prisión menor (también paradójica palabra menor), ya que por dos días
trabajados, le era descontado uno de prisión.
Entonces en aquellos años, nació
la idea de trabajos forzados y así fue reglamentada. Una idea de la dictadura
franquista, que convertía mano de obra gratuita de tantos prisioneros de guerra
y políticos que había en España y así no sólo encerrar sino también castigar y
ejemplarizar de forma categórica a esa España republicana o simplemente
contraria a las dictaduras, a esos no patriotas a la vista de los golpistas.
Sumando los días anteriores al
Consejo de Guerra (preventiva abonada desde su ingreso en prisión) y la
conmutación de la pena y por su buena conducta, mi abuelo consiguió su
excarcelación y salir de la prisión de Huelva, el lunes 19 de agosto de 1940
(esta vez, si que vería cumplir 4 años al menos a su segundo hijo Paco el 1 de
septiembre).
La Prisión Provincial de Huelva se encuadra en la red de Cárceles
Modelo que se construyeron en España a principios de la década de los 30 del
pasado siglo XX. Fué diseñado por el arquitecto José María Pérez Carasa e
inaugurado en 1930. Está ubicada en el barrio de Isla Chica y ya expliqué su
ubicación en el articulo de marzo de mi
abuelo Juan Carbón.
Durante el franquismo se
convirtió en un centro de represión, en el que se confinaron a republicanos de
todo el país, muchos de los cuales acabaron fusilados. Posteriormente acogió a
presos homosexuales castigados por la conocida como "Ley de Vagos y Maleantes",
en la que incluso se practicaron tratamientos de electroshock. En agosto de 1996
los reclusos se trasladaron al nuevo centro penitenciario.
Hasta 2008, cuando cerró sus
puertas definitivamente, fue durante casi doce años un centro de reclusos en
tercer grado. En ese tiempo, la mayor parte de las instalaciones permanecieron
cerradas, quedando reducido su uso a una zona más acotada, para un pequeño
número de presos de régimen abierto que acudía allí cada noche para dormir.
En 2011 sirvió de escenario para
el rodaje de la película "La voz dormida" de Benito Zambrano.
El 7 de noviembre de 2014 fue declarado "Lugar de la Memoria Histórica de Andalucía" en memoria de las víctimas represaliadas por el franquismo, en especial las personas homosexuales que tanto sufrieron entre sus muros.
Muchos de los presos de la guerra
civil, procedían de la Cuenca Minera, donde las tropas golpistas entraron en
1936 e iniciaron un proceso de represión en la localidad minera de Riotinto.
Por su celdas pasaron decenas de
miles de detenidos, en muchos casos como última parada antes de morir ante el
pelotón de fusilamiento. Cientos de reclusos fallecieron a consecuencia del
hacinamiento, las deficientes condiciones higiénico-sanitarias y la pobre
alimentación. Tan sólo entre el 29 de julio y el 31 de diciembre de 1936 se
produjeron alrededor de 760 nuevos ingresos, fundamentalmente de reclusos de
izquierdas procedentes de todo el país.
Este día, 17 de octubre en el que
se cumplen 76 años de ese día que mi abuelo terminó de cumplir su condena
física, una condena inquisitoria de la cuál no fue el único, que fue perseguido
y condenado y después de su libertad física, estuvo en esa prisión llamada
Dictadura, durante muchísimos años más, él y todos los abuelos nuestros de esa
generación.
También fue un 17 de octubre pero
de 1483, cuando Torquemada fue nombrado Inquisidor general de Aragón, Valencia
y Catalunya.
También un día 17 aunque de
agosto, mataron a Lorca, al poeta más grande del siglo XX.
Es importante remarcar y siempre
lo digo, en una guerra, en una maldita guerra, siempre hay perdedores, de los
dos bandos, pero también dije en un articulo anterior del mes de julio, el de la Quinta del biberón de mi abuelo materno. que la población
civil, no eligió bando, ni siquiera la población militar, ya que eran obligados
a alistarse, dependiendo de la zona donde se estuviera, si era zona republicana
o zona sublevada.
Y lo más importante que me gusta
también remarcar, había un sistema democrático existente, lo que hubo después
fue un golpe de Estado y como fracasó, se impuso la Guerra civil, la peor de
las guerras, porque aquí se partió el país, las ciudades, los pueblos, las
familias, todo se partió y despedazó, de lo cuál, aún hoy en día, no se ha
cicatrizado esa herida tan grande.
Que se sepa, que hubo hasta 188 campos de concentración en España,
donde se recluyó a medio millón de esclavos del franquismo y en España cada
vez quedan menos vestigios de esos lugares que hay que preservar para honrar a
modo de Memorial a las personas que en ellos fueron masacradas y eliminadas.
Unos campos de concentración que
se pusieron en práctica en España, antes que en la Alemania nazi o en otros
países europeos y que al lado de Matthausen, Auschwitz o Dachau, los de
Castuera (Badajoz), en Isla Saltés (Punta Umbría), en el Muelle o en San Juan del Puerto
(Huelva), éstos primeros eran “hoteles de
lujo” (con todo respeto, pero por ejemplo no cumplían distancias de
letrinas, de barracones, etc.), al
lado de los que hubieron aquí en España, de hecho, los países fascistas de
entonces, Alemania e Italia eran aliados de Franco.
Isla Saltés (Punta Umbría) |
La represión franquista fue
física, psicológica e ideológica, tanto para los presos como para sus familias.
Miles de españoles trabajaron gratuitamente y casi sin comida para obras
públicas y particulares de sus captores intentado eludir la muerte.
EPÍLOGO FINAL
Que mejor epilogo final a este
articulo del que hablo de Libertad y de
Democracia, en tributo a mi abuelo Juan Carbón Antero, que mencionando una
obra de arte de la cual también se cumplen 76 años.
Me refiero a la maravillosa
película de Charles Chaplin, la primera en la que pone su voz y de que manera !
Se tituló El Gran Dictador, película
en la que a pesar de que creamos ver a Hitler en la 2a Guerra Mundial, está
basada en la 1ª Guerra Mundial y se estrenó el 15 de octubre de 1940 en New
York, justo el día que entraban las tropas nazis en París.
En el momento de su estreno,
Estados Unidos todavía estaba en paz con la Alemania nazi, pero la película ya
era una feroz y controvertida condena contra el nazismo, el fascismo, el
antisemitismo y las dictaduras en general.
En España, el fascismo existente
y la censura franquista hizo que no se llegará a estrenar hasta 1976, aunque no
se libraría tampoco de las más feroces críticas.
Chaplin se vengó del que le robó el bigote, curiosamente bigotes ridículos
como el que lució Franco también.
Es capaz de describir
fielmente al fascismo, con sus dos características principales: la represión y
la manipulación.
“Si hubiera tenido conocimiento de los horrores de los campos de
concentración alemanes, no habría podido rodar la película: no habría podido
burlarme de la demencia homicida de los nazis; no obstante, estaba decidido a
ridiculizar su absurda mística en relación con una raza de sangre pura (Charles Chaplin, 1964).”
Como siempre, me quedo sin palabras. No puedo más que volver a repetir, y lo haré una y mil veces, la frase que mi madre Rosa Carrasco, sobrina de Juan Carbón Antero, pronunciaba hasta la saciedad: "no he conocido nunca a persona más buena que mi tío Juan, y precisamente por bueno y por ayudar a los demás, porque él sabía leer y escribir y tenía mucha cultura, le metieron en la cárcel. Porque lo único que hacía era ayudar a quienes lo necesitaban porque él tenía formación y era muy bueno".
ResponderEliminarCreo que esta frase, pronunciada siempre con una mezcla de pena y admiración hacia su tío Juan, puede sintetizar tu excelente artículo, Juan Bautista. No puedes rendir mejor homenaje a tu abuelo y al resto de nuestros ancestros que dedicándoles tu tiempo para preservar su memoria como lo estás haciendo.
Un abrazo.