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martes, 6 de junio de 2017

VIII - A terra dos meus antepasados...



fuente imagen: https://www.escapadarural.com/que-hacer/val-do-ulla
Coincidiendo con el aniversario de mi bisabuelo Juan Andrés Carbón Martínez que falleció tal día como hoy, 6 de junio de 1901 en Huelva, escribiré un nuevo artículo, el que hace el número 8 de los artículos gallegos dedicados a mis antepasados.

Y que mejor imagen para comenzar este nuevo artículo gallego que la de un paseo entre árboles centenarios con sus raíces profundas, como símbolo de todos los artículos que escribo, de mis raíces, de nuestras raíces, de vuestras raíces, porque al fin y al cabo, todos las tenemos y haberlas haylas

Y como ya hice con el anterior artículo gallego, relaciono a continuación los antecedentes dedicados a mi rama paterna gallega.

1) mayo de 2016 sobre mi tatarabuelo Josef Carbón Núñez

2) junio sobre mi bisabuelo Juan Carbón Martínez. De hecho, este artículo lo escribí con el mismo motivo que hoy, por su aniversario.

3) julio sobre mi tatarabuelo José Antero Laguna

4) octubre sobre mi tatarabuela María Antonia Teira Moledo

5) noviembre que lo dediqué a mi bisabuelo Juan Carbón Martínez y mi tío abuelo Manuel Carrasco Andrés pero en el que hablé de la defunción de mi tatarabuela Josefa Martínez Silva

6) diciembre dedicado a mi  bisabuela Pilar Teira Moledo, en el que también indagaba en los orígenes gallegos de su familia.

7) mayo de 2017, el último artículo escrito dedicado a mis antepasados gallegos y en especial, centrándome en Juana Juliana Martínez Silva y Pedro Fernández, mis tíos tatarabuelos.

En este último artículo de mayo, indagué con la presencia de mi tío tatarabuelo Pedro Fernández en todos los eventos importantes de la familia y que fueron en el bautizo de su sobrino, mi bisabuelo Juan Carbón Martínez o cuando fue testigo en el matrimonio de mis tatarabuelos Josefa Martínez y Josef Carbón o incluso como encargado de la familia dando asistencia con todos los estipendios en del funeral de mi tatarabuela Josefa Martínez.

Y como no podía ser de otra forma, en ese artículo de mayoaporté un nuevo documento, el acta sacramental de la hermana de mi tatarabuela, Juana Juliana Martínez Silva (28 de enero de 1818), donde pudimos comprobar que era la hija primogénita, ya que mi tatarabuela Josefa nació el 11 de marzo de 1824.

Juana Juliana, junto a su esposo Pedro Fernández, no creo equivocarme mucho, si digo que tuvo una influencia importante en el devenir del futuro de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez, del cual hoy le rindo tributo en su 116 aniversario.

Hoy continuaré en éste artículo, aportando un nuevo documento, el acta sacramental de matrimonio de mis tíos tatarabuelos Juana Juliana y Pedro, que conseguí, como en anteriores ocasiones del Archivo Histórico Diocesano de Santiago.

fuente imagen: http://www.ahds.es
Lo primero que descubro es que se casaron el lunes día 8 de febrero de 1836, en la Iglesia parroquial de San Miguel de Sarandon, donde fue bautizada y donde también mi tatarabuela Josefa y su hijo, mi bisabuelo Juan Andrés Carbón Martínez.
fuente imagen: http://www.galiciaenteira.com/iglesia-san-miguel-de-sarandon-vedra/

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Por tanto Juana Juliana tenía en el momento de su enlace matrimonial, la edad de 18 años, casi recién cumplidos.

La construcción de la Igrexa de San Miguel de Sarandon es de planta regular y cuenta con una capilla lateral adosada. De su fachada destaca el campanario y su torrecilla coronada con una veleta. 

Una veleta que espero me lleve a este lugar de A Coruña y que espero algún día poder visitar. 

Desde el primer día que la descubrí buscando mis raíces gallegas y encontré la primera pista gallega buscando los orígenes de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez, encontré que nació en la aldea de Caxaraville y que esta aldea era una de las 11 que formaban la parroquia de San Miguel de Sarandon, perteneciente al concello de Vedra de la provincia de A Coruña.

Saber que esta Iglesia ha sido testimonio de muchos acontecimientos familiares como bautismos, bodas o funerales y de hecho allí descansan algunos de nuestros antepasados gallegos, que quién sabe, igual están sus lápidas o monumentos funerarios, me hace sentir que cuando llegue ese día, será como haber encontrado uno de los muchos tesoros familiares, que por fortuna, hemos ido descubriendo. 


Y mientras esta celebración de matrimonio se realizaba, España se encontraba inmersa en la I Guerra Carlista (1833-40).

“La Primera  Guerra  Carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre 1833 y 1840 entre los carlistas, partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón y de un régimen absolutista, y los isabelinos, defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón, cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado y acabó convirtiéndose en liberal para obtener el apoyo popular. 

Su lema Dios, Patria y Rey, resumido en el binomio Trono y Altar, articula toda la teoría oficial política. A estos elementos se suma la defensa del foralismo particular de cada uno de los territorios, aspecto que va tomando fuerza a medida que avanza la guerra, así como la defensa de la religión. 

fuente imagen: http://www.zumalakarregimuseoa.eus/es/actividades/investigacion-y-documentacion/
Los defensores del carlismo pertenecían sobre todo a un mundo rural, pequeños propietarios empobrecidos, artesanos arruinados, que ven con recelo las reformas, pero también la pequeña nobleza y parte del clero. Se desarrolló en la zona norte de España, sobre todo en el País Vasco, Navarra y zonas de Cataluña, Aragón y Valencia.”

Curiosamente este día de 8 de febrero de 1836, coincidía casi con la fecha que mi tatarabuelo José Antero fue abandonado en un Hospicio de Plasencia (Cáceres) el 3 de enero de 1836. De dicho dato, ya di cuenta en el artículo de julio de 2016, con motivo de su 116 aniversario.

El mismo José Antero que 40 años más tarde, el 29 de enero de 1876 se casaría en la parroquia de San Xoan de Lousame en el concello de Lousame (A Coruña) con mi tatarabuela María Antonia Teira Moledo. Una de sus hijas fue mi bisabuela Pilar Antero Teira, que a la postre sería la esposa de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez.

En resumen, que el mismo año y casi el mismo mes que se casaba en A Coruña la tía de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez, nacía en Cáceres su futuro suegro José Antero. Son casualidades pero son datos que me gusta cruzarlos aunque sean de diferentes familias y que terminaran siendo “familias políticas”.

Siguiendo con el desglose del acta sacramental de matrimonio entre mis tíos tatarabuelos Juana Juliana Martínez y Pedro Fernández, tal y como dice el acta sacramental “con mutuos consentimientos y palabras de presente contrajeron Juana Martínez, hija de lexitimo matrimonio de Benito y Antonia Silba, vecinos de esta parroquia y Pedro Fernández, hijo de lexitimo matrimonio de Manuel y Agustina López, de San Mamed de Rivadulla”.

Por tanto, aparece el nuevo dato del segundo apellido de Pedro Fernández, que es López, por su madre Agustina.

Curiosamente el apellido de mi trastatarabuela Antonia de Silva (tal y como aparecía en las actas sacramentales de bautismo de Juana Juliana y de su hermana, mi tatarabuela Josefa), en este caso aparece con la letra b, Silba y sin la preposición de delante.

La parroquia San Mamed de Rivadulla, de la que procede Pedro Fernández López y sus padres Manuel y Agustina, se encuentra también en el concello de Vedra, al igual que la parroquia de San Miguel de Sarandon y ambas de la provincia de A Coruña.

fuente imagen: wikipedia
En el concello de Vedra hay 12 parroquias, dato que ya había informado en algunos de los artículos gallegos publicados anteriormente.

En el plano se puede observar que las dos parroquias de Juana Juliana (San Miguel de Sarandon) y de Pedro (San Mamede de Ribadulla) estaban muy próximas, en el término municipal de Vedra.



La parroquia de San Mamede de Ribadulla, como se la conoce actualmente tiene una iglesia que se remonta a la segunda mitad del siglo XII.
fuente imagen: http://concellodevedra.com/
Presumiblemente en esta Iglesia sería bautizado mi tío tatarabuelo Pedro Fernández López y quién sabe si sus padres o antepasados. En la foto se puede ver la pila bautismal.
fuente imagen: wikipedia
Entre las celebraciones de feligresía, mencionaremos la de su patrón San Mamed el 7 y 8 de agosto.

Según la leyenda, San Mamed, un santo originario de la Capadocia (Turquia) vino a Galicia a ocupar el puesto de una divinidad galaico-romana llamada Torolo Combiciego, cuyo culto se difundió por España y Portugal, principalmente entre las comunidades pastoriles. De hecho en Ourense existe la sierra de San Mamede, donde hay una ermita dedicada a este santo.

Siguiendo con el acta sacramental de matrimonio de mis tíos tatarabuelos, hay que decir que los casóel infrascrito Cura de San Miguel de Sarandon (Domingo Antonio Conde), después de precedidas las canonicas amonestaciones, en tres días festivos, inter Misarium solemnia, según lo dispone el Santo Concilio de Trento, Certificación del Señor Don Ramón María Fernández, cura de San Christoval de Merín y San Mamed de Rivadulla, licencia y consentimiento de sus padres, y no habiendo resultado impedimento alguno que obtase la celebración del Santo Sacramento del matrimonio.”

Es decir, los casó el párroco titular de San Miguel de Sarandon pero con la aprobación del párroco de San Mamed de Rivadulla, de dónde procedía el novio que iba a contraer matrimonio en otra parroquia.

Por cierto, el cura Ramón María Fernández también lo era de la parroquia de San Christoval de Merín.
fuente imagen: https://www.verpueblos.com/galicia/la+coruna/merin/
San Cristóbal, patrono de la parroquia de San Cristóbal de Merín, y al cual se le rinde homenaje el domingo siguiente después del 10 de julio. En los últimos años se realiza también una concentración de camiones, pues es también patrón de los conductores. También destacan los festejos de San Pedro Mártir.

La parroquia de San Cristóbal de Merín en el concello de Vedra también, nos depara una de las más típicas estampas del Val do Ulla (Valle de Ulla), el conjunto integrado por la iglesia y la rectoral, rodeadas de labradíos, praderías y retallos de huertas fruteras.  

Por algo llaman a Vedra, el jardín y la huerta de Santiago, que es una comarca natural de Galicia formada por una vegetación siempre verde y rodeada de pazos y viviendas rurales donde cada una de las doce parroquias tienen el encanto de sus Igrexas. Por otro lado, en la rectoral de esta parroquia, destaca el portalón coronado por una cruz singular y el gallo cataventos.

En la vista aérea por satélite se pueden observar las tres referidas parroquias, pertenecientes al concello de Vedra.


Comenta Castelao en el libro As cruces de Pedra na Galiza: “por el portalón entra el camino en la casa, y la cruz esconxura de lejos a los demonios y duendes, haciéndoles saber que para entrar allí es necesario pasar por debajo de ella y acatar su ley”.

Respecto al mencionado Concilio de Trento, conviene recordar que fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica desarrollado en periodos discontinuos durante veinticinco sesiones entre los años 1545 y 1563. Tuvo lugar en Trento, una ciudad del norte de la Italia actual, que entonces era una ciudad imperial libre regida por un príncipe-obispo.

A continuación el Acta Concili Tridentini de 1546.
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El Concilio de Trento tuvo especial importancia en el paso del Medioevo a la Edad Moderna. Fue un concilio ecuménico, esto es, una reunión de los principales cargos de la Iglesia para tratar temas eclesiásticos convocado por el Papa y que repercutía a toda la cristiandad. Concretamente lo convocó el Papa Paulo III, no sólo para responder a la Reforma protestante sino también para fijar el dogma católico tras la degradación y crisis a que había llegado la Iglesia católica en el siglo XVI.

En el Concilio había dos posturas enfrentadas: una, que proponía una actitud conciliadora hacia los protestantes para llegar a un acuerdo, y otra, la intransigente, que acabó por ganar.
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Los dogmas concluidos, si bien no eran nuevos, sí se perfilaron y aclararon con respecto a ambigüedades anteriores, aportando una mayor unidad a la doctrina católica y oponiéndose a las ideas protestantes, con lo que el Concilio resultó la ruptura definitiva de ambas tendencias.

Por tanto, hemos hablado en este artículo de las guerras Carlistas, donde había dos extremos opuestos de gobiernos y también del Concilio de Trento, dónde también había dos extremos opuestos de religión. Tanto uno como otro, trono y altar, terminarían como así nos ha ido demostrando la historia, unidos en el poder.
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Siguiendo con la interpretación de esta acta sacramental de matrimonio, encontramos que los testigos fueron Andrés Fuentes, Manuel Riajos y Antonio Albela, vecinos de la parroquia de San Mamed de Rivadulla. Es decir, que todos los testigos eran de la parte del esposo Pedro Fernández López.

Por tanto, en el día que se cumple el aniversario de mi bisabuelo Juan Andrés Carbón Martínez que falleció en Huelva, tal día como hoy 6 de junio de 1901, hemos hablado del matrimonio de sus tíos Juana Juliana y Pedro, que pasan a unirse a otras piezas de este puzle que espero pronto continuar con nuevos datos que ayuden a completar esa parte de la historia familiar.

Como final de este artículo, la imagen del gallo cataventos de la parroquia de San Cristóbal de Merín.

Un cataventos es una veleta o giraldilla, que es un dispositivo giratorio y consta de una placa que gira libremente, un señalador que indica la dirección del viento y una cruz horizontal que indica los puntos cardinales. El motivo puede ser muy variado (figuras de animales como gallos, antropomorfas como cometas, etc.)
fuente imagen: http://concellodevedra.com/es/node/
Una imagen como metáfora de la dirección del viento hacia el sur, que tomaron nuestros antepasados gallegos hacia Andalucía y con la vista puesta en la rama materna Martínez de mi bisabuelo Juan Carbón, que hoy hace 116 años que falleció.

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